El 24 de noviembre, durante la sesión en la que se debatían los Presupuestos de Estado, las víctimas de la Talidomida de la asociación AVITE, enviaron tweets a la mayoría de los diputados para que las cámaras del Congreso de los Diputados recogieran sus reacciones en directo.
Tras enviar emails de socorro a decenas de diputados, y no sólo no obtener respuesta, sino ser incluidos en una lista negra, las víctimas decidieron hacer una campaña de comunicación planificada que mostrara al mundo la indiferencia de los diputados ante sus peticiones para lograr una compensación justa.
Y toda la injusticia tuvo una imagen clara en las respuestas de los diputados. Porque tras analizar las interacciones de sus tweets, descubrieron que aunque el 85% los había leído, sólo un 2% reaccionó a las palabras de auxilio y desesperación de los afectados.
“La asociación denuncia la falta de empatía de la mayoría de los políticos españoles, más preocupados por las disputas de sus partidos en los Presupuestos del Estado, que en proporcionarles una indemnización justa. Eso sí, luego pedirán el voto” comentan desde la asociación.
Además, también apuntan que el desinterés del Estado no es algo nuevo, sino que cumple 65 años desde que consintieron la venta de Talidomida desde 1957 a 1985 y de que se tratara de ocultar hasta 2003. Hecho que dificultó que los afectados pudieran asociarse para interponer una demanda colectiva a la farmacéutica Grünenthal.
A pesar de los obstáculos y falta de asistencia del gobierno de aquel entonces, una juez les dió la razón, pero tras un recurso de la farmacéutica alemana, les anularon sus indemnizaciones porque el caso había prescrito.
El resultado de este problema es que desde 1957 el 70% de las víctimas de la Talidomida han fallecido sin recibir nunca una indemnización y el reconocimiento del Estado español.