No es ningún secreto para nadie que los precios han subido mucho. Basta con ir al supermercado si queremos comprobarlo, o acudir con el coche a la gasolinera y llenar el depósito.
Por eso, los especialistas en economía están siguiendo El IPC mes a mes. A través del estudio de esta cifra ven cómo evoluciona el indicador y dan previsiones a corto y a medio plazo.
¿Qué es el IPC?
Antes de seguir hablando del IPC, conviene definirlo. De manera sencilla, podemos decir que es el indicador que mide la variación de los precios en un periodo determinado. Con el fin de que el cálculo sea abarcable, se acota a un conjunto de bienes y servicios.
Otro término que ahora leemos y oímos mucho es el de “inflación”, el cual se usa a la hora de definir un aumento general de los precios sostenido en el tiempo.
Así, el IPC lo emplean los Consultores financieros con el fin de expresar la inflación, el porcentaje que vemos en todos los medios.
¿Cómo se va a comportar el IPC en lo que queda de año?
Ya hemos pasado el ecuador del año, de manera que es posible ver cómo se va a comportar este indicador a lo largo del segundo semestre de 2023.
Parece que al fin podemos dar buenas noticias, ya que el IPC se sitúa en el 1,9 % en junio. Por primera vez, desde que comenzó la crisis inflacionaria, lo vemos por debajo del 2 %.
Esto marca una tendencia, más si lo acompañamos con otro buen dato que tiene que ver con la inflación subyacente. Se sitúa ahora mismo en el 5,9 %, por lo que ha vivido una pequeña bajada que parece que ya es una tendencia consolidada.
De hecho, España es la primera gran economía con moneda única que lleva al IPC por debajo del 2 %. Esto significa que hemos dejado lo peor atrás.
En los supermercados aún no se perciben los efectos
Aunque es cierto que, en algunos productos como el aceite de girasol se comienza a notar esta bajada del IPC de manera muy leve, aún tardaremos en beneficiarnos de ella unos meses más.
La bajada del IPC no se debe a un declive general de los precios, sino a que, como nos adelanta el INE, esto es porque los precios de los carburantes, la electricidad o los alimentos no han subido tanto como el año pasado.
A pesar de ello, la tendencia a la baja nos hace pensar que es posible que a finales de año ya lo notemos en los productos de primera necesidad de una forma clara, o lo que es lo mismo, que los datos de la macroeconomía se comiencen a sentir en la microeconomía.
En definitiva, el IPC nos da una tregua y buenas noticias. Al fin, después de dos años de subidas de los precios sin parar, mes a mes, estos comienzan a bajar lentamente. Además, bajan más en España que en otros países, un dato esperanzador que debería aliviar nuestros bolsillos en breve.
