El reciente episodio protagonizado por el campeón mundial de ajedrez, Magnus Carlsen, ha suscitado un intenso debate sobre la rigidez del código de vestimenta impuesto por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE). Carlsen se retiró del Campeonato Mundial de Rápidas y Blitz tras negarse a cambiarse de jeans, lo que ha llevado a la FIDE a aplicar una sanción económica y a descalificarlo del torneo.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, ha expresado su asombro ante esta situación, señalando que resulta sorprendente que un jugador de la talla de Carlsen sea expulsado por no cumplir con un código de vestimenta que prohíbe explícitamente el uso de pantalones de mezclilla. En una entrevista con el diario ruso Kommersant, Lavrov comentó: “El hecho de que el campeón del mundo Magnus Carlsen haya sido esencialmente expulsado [de una competición] por aparecer en jeans me deja sorprendido, si no atónito.” Este comentario se produce en un contexto donde Lavrov contrasta la situación de Carlsen con la del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, quien ha adoptado un estilo de vestimenta militar en eventos internacionales.
El incidente en el campeonato
La controversia estalló el pasado viernes, cuando Carlsen decidió no cambiarse de ropa a pesar de las advertencias de la FIDE. Según la normativa de la federación, los pantalones de mezclilla están prohibidos en este tipo de competiciones. Tras ser informado de la infracción y multado con 200 dólares, Carlsen optó por no cumplir con la solicitud de cambio de vestimenta, lo que resultó en su descalificación del campeonato.
Este incidente ha puesto de relieve no solo la estricta aplicación de las normas por parte de la FIDE, sino también la creciente frustración de Carlsen hacia la organización. En declaraciones a la cadena noruega NRK, el campeón afirmó: “Estoy bastante cansado de la FIDE, así que no quiero más de esto.” Además, relató que, aunque se había preparado para el evento cambiándose de camisa y zapatos, no había considerado que los jeans pudieran ser un problema, lo que lo llevó a adoptar una postura de principio ante la exigencia de la federación.
La situación ha generado reacciones diversas en el ámbito del ajedrez y más allá, con algunos críticos cuestionando la pertinencia de un código de vestimenta tan estricto en un deporte que, tradicionalmente, no ha estado asociado a normas de vestimenta rigurosas. La FIDE, por su parte, ha defendido su postura, argumentando que estas regulaciones son parte de un esfuerzo por mantener un estándar de profesionalismo en el ajedrez.
Mientras tanto, otros jugadores, como el ruso Ian Nepomniachtchi, también han enfrentado sanciones por incumplir el código de vestimenta, aunque en su caso, accedió a cambiarse de calzado tras ser advertido. Este contraste en las reacciones de los jugadores pone de manifiesto la tensión existente entre la tradición del ajedrez y las expectativas contemporáneas de presentación en el ámbito deportivo.