El mercado de valores ha mostrado un notable rendimiento en 2024, con el índice S&P 500, que agrupa a las empresas más grandes de Estados Unidos, registrando un incremento del 23%. Este crecimiento acumulado del 53% en los últimos dos años es el más alto desde 1997 y 1998. Sin embargo, este éxito en el mercado requiere que los inversores evalúen y ajusten sus carteras de inversión para mantener un equilibrio saludable.
Rebalanceo de carteras
Los inversores a largo plazo suelen adoptar una asignación de activos que podría ser del 60% en acciones y un 40% en bonos. No obstante, el reciente aumento en los rendimientos de las acciones en comparación con los bonos, que apenas han generado un 1% según el índice Bloomberg U.S. Aggregate Bond, sugiere que muchas carteras pueden estar desalineadas y, por ende, más arriesgadas de lo que sus propietarios desearían.
El rebalanceo de la cartera es esencial para alinear las inversiones con los objetivos a largo plazo. Tal como señala Ted Jenkin, un planificador financiero certificado, este ajuste es similar a la revisión anual del alineamiento de un automóvil: es necesario para asegurar que no se esté sobrerrepresentado en una clase de activos en particular.
Un ejemplo práctico es el siguiente: si un inversor comienza con una mezcla de 80% en acciones y 20% en bonos, y después de un año de fluctuaciones del mercado su asignación cambia a 85% en acciones y 15% en bonos, debe vender un 5% de sus acciones y utilizar los beneficios para comprar más bonos, con el fin de regresar a la mezcla original de 80/20.
Consideraciones adicionales en el rebalanceo
El rebalanceo no solo se refiere a la proporción de acciones y bonos, sino que también debe incluir otras categorías de activos financieros, como el efectivo. Una cartera diversificada generalmente incluye diversas categorías dentro de las clases de activos. Por ejemplo, el componente accionario puede abarcar acciones de gran, mediana y pequeña capitalización, así como acciones de crecimiento y valor, además de acciones tanto nacionales como internacionales.
Es crucial para los inversores evaluar si las ponderaciones de ciertas categorías han quedado desajustadas. En 2024, por ejemplo, se observó un gran desbalance en el rendimiento del mercado, con las acciones tecnológicas superando a otros sectores. Las denominadas «Magníficas 7», que incluyen gigantes como Apple, Amazon y Microsoft, fueron responsables de más de la mitad del incremento del S&P 500 durante el año.
Por otro lado, las acciones no estadounidenses continuaron mostrando un rendimiento inferior, con un retorno aproximado del 5%. Esto pone de manifiesto la necesidad de revisar las inversiones en tecnología y considerar la posibilidad de realizar beneficios, dado que aunque la tecnología domina nuestras vidas, no siempre debe dominar nuestras carteras.
Los inversores deben estar atentos también a las implicaciones fiscales al momento de rebalancear. Aquellos que cuentan con cuentas imponibles podrían desencadenar impuestos sobre ganancias de capital innecesarios al vender valores para equilibrar su cartera. Sin embargo, los inversores en planes de jubilación como 401(k) generalmente no deben preocuparse por estas consecuencias fiscales.