El expresidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, falleció el pasado domingo a los 100 años en su ciudad natal, Plains, Georgia. Su legado y contribuciones a la política y la sociedad estadounidense serán recordados a lo largo de seis días de ceremonias conmemorativas que comenzaron el sábado en su estado natal.
Homenaje y ceremonias en su honor
Las ceremonias comenzaron en Georgia, donde se abrió la capilla ardiente del mandatario, dando inicio a un funeral estatal que se extenderá por 48 horas. La familia de Carter llegó al Centro Médico Phoebe Sumter para preparar el traslado del difunto, que recorrerá lugares históricos locales antes de llegar a la capital del estado, Atlanta.
Durante el homenaje, su hijo, James Earl ‘Chip’ Carter, expresó su dolor y admiración por su padre, afirmando: «Era un hombre increíble, y una mujer increíble lo sostuvo y lo tranquilizó. Juntos, los dos cambiaron el mundo». Este reconocimiento resalta la influencia de Carter no solo en la política, sino también en la vida de quienes lo rodearon.
La comitiva fúnebre recorrió Plains, haciendo una breve parada en la casa de su infancia. Posteriormente, se dirigió al Capitolio del Estado de Georgia y al Centro Presidencial Carter en Atlanta, donde el expresidente reposará hasta el martes por la mañana.
El martes, su cuerpo será trasladado a Washington D.C., donde reposará en la Rotonda del Capitolio antes de su funeral en la Catedral Nacional de Washington. El Capitolio estará abierto al público para que los ciudadanos puedan presentar sus respetos antes del funeral.
Nacido el 1 de octubre de 1924 en Plains, Carter fue el 39º presidente de Estados Unidos, ocupando el cargo entre 1977 y 1981 como candidato del Partido Demócrata. Su legado se extiende más allá de su mandato, ya que en 2002 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en la búsqueda de soluciones pacíficas a conflictos internacionales y su compromiso con los derechos humanos y el desarrollo social.
