La Premier League, uno de los campeonatos de fútbol más prestigiosos del mundo, se encuentra en una encrucijada preocupante. Un reciente estudio llevado a cabo por expertos en criminología de la Universidad de Manchester ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la liga ante la posibilidad de que nuevos inversores y propietarios de equipos provengan de actividades ilícitas. Este informe, publicado en la revista Sport in Society, critica el actual sistema de evaluación de propietarios y directores, conocido comúnmente como el «Fit and Proper Test».
Preocupaciones sobre la opacidad en la propiedad de clubes
Los investigadores advierten que las «estructuras complejas y opacas» permiten el uso indebido de la propiedad de los clubes de la Premier League para canalizar financiamientos ilícitos. Entre las deficiencias del actual sistema de evaluación, se destaca que no se exige a los potenciales propietarios que revelen el origen de sus fondos, lo que podría incluir dinero proveniente de actividades ilegales.
La investigación revela que las condiciones observadas en la estructura de propiedad de muchos clubes de la Premier League son propensas al uso de mecanismos organizativos para actividades ilícitas, como el blanqueo de capitales. Los autores del estudio subrayan que el uso generalizado de entidades legales y jurisdicciones de «secreto» oculta la identidad de los verdaderos propietarios e inversores. Esto plantea serias dudas sobre la transparencia y la integridad del fútbol profesional en Inglaterra.
Nicholas Lord, profesor de criminología y coautor del estudio, argumenta que la falta de claridad en las cadenas de propiedad dificulta la labor de los reguladores a la hora de evaluar la idoneidad de los propietarios. La complejidad de estas estructuras no implica necesariamente que se estén cometiendo irregularidades, pero sí permite que personas con intenciones dudosas puedan ocultar información clave.
El análisis de las estructuras de propiedad revela que 12 de los 20 clubes de la Premier League tienen al menos un 10% de sus participaciones que no pueden ser rastreadas hasta sus propietarios beneficiarios. Clubes reconocidos como Liverpool, Manchester City y Tottenham Hotspur tienen dificultades para verificar la totalidad de sus participaciones, lo que genera sospechas sobre la posible existencia de estructuras ocultas.
Además, el estudio identificó que la mayoría de los clubes utilizan múltiples entidades legales, muchas de las cuales están registradas en jurisdicciones con altos índices de secreto fiscal. Esto no solo complica la identificación de los verdaderos propietarios, sino que también crea un caldo de cultivo propicio para la mezcla de actividades legales e ilegales en el mundo del fútbol.
Los autores del estudio concluyen que se deben implementar regulaciones más estrictas que incluyan un mapeo de las estructuras de propiedad de los clubes, a fin de identificar y mitigar las condiciones que facilitan el uso indebido de estas entidades. Asimismo, sugieren la necesidad de una investigación más profunda sobre cómo se han utilizado estas estructuras para canalizar flujos financieros ilícitos en el deporte.
La preocupación por la relación entre el fútbol y las finanzas ilícitas no es nueva, pero el estudio de la Universidad de Manchester proporciona un análisis detallado y fundamentado que exige una reflexión seria por parte de los reguladores y de la comunidad futbolística en general. La falta de transparencia en la propiedad de los clubes podría tener consecuencias devastadoras no solo para el deporte, sino también para los aficionados que sienten un profundo vínculo con estos equipos.
