El mercado ruso de electrodomésticos y electrónica se enfrenta a una de las caídas más pronunciadas de las últimas décadas, según ha declarado Dmitry Alekseev, director de la cadena de retail DNS. En un mensaje publicado en Telegram, Alekseev indicó que las condiciones actuales son sin precedentes en sus 30 años de experiencia en la industria, con estimaciones preliminares que sugieren una disminución de las ventas del 15% en el primer trimestre.
“Hemos visto caer el mercado en unidades, en dólares y en rublos reales ajustados por la inflación”, afirmó Alekseev. “Pero no recuerdo un momento en que simplemente estuviera cayendo en rublos, no así”. Esta situación se ha visto agravada por el hecho de que los consumidores rusos están optando por ahorrar en lugar de gastar, impulsados por las altas tasas de interés que ofrecen los bancos.
Tradicionalmente, alrededor del 30% de las compras en este sector se realizaban a crédito. Sin embargo, esta cifra ha caído por debajo del 5%, debido a la creciente dificultad para acceder a préstamos. Las estadísticas indican que el crédito al consumo en Rusia se redujo en un 21% en 2024 en comparación con el año anterior, a medida que los bancos endurecieron los criterios de aprobación. Las regulaciones más estrictas del banco central, que incluyen límites de préstamo destinados a frenar la deuda de los hogares, han sido un factor clave en esta disminución a finales de 2024 y principios de 2025.
El impacto de las tasas de interés en el consumo
Alekseev sugirió que la caída en la demanda no solo se debe al aumento de precios o al cambio hacia los mercados en línea. “Los consumidores ahora tienen una alternativa clara: pueden gastar el dinero o depositarlo en el banco y ganar un 2% al mes”, explicó. Esta opción de ahorro se ha vuelto más atractiva en un contexto donde la incertidumbre económica prevalece y las compras de bienes duraderos se consideran un lujo.
DNS, fundada en 1998, es una de las principales cadenas de retail en Rusia, especializada en electrónica y electrodomésticos. La empresa opera más de 2,000 tiendas en todo el país y tiene presencia en varios países de la CEI. La situación actual del mercado plantea interrogantes sobre el futuro del consumo en Rusia y la capacidad de las empresas para adaptarse a un entorno económico en constante cambio.
