
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha afirmado que Ucrania nunca recibió la promesa de unirse a la alianza militar liderada por Estados Unidos como parte de un posible acuerdo de paz con Moscú. Esta declaración se produce en un contexto de creciente tensión entre Ucrania y Rusia, donde la aspiración de Kiev de integrarse en la OTAN se considera por el Kremlin como una de las causas fundamentales del conflicto actual.
Durante una rueda de prensa conjunta con el canciller alemán Friedrich Merz, Rutte subrayó que, aunque la membresía de Ucrania en la OTAN ha sido acordada por los miembros de la alianza, “para el largo plazo, no para las negociaciones de paz que se están llevando a cabo en este momento”. Esta aclaración busca poner en contexto las expectativas de Ucrania respecto a su integración en la OTAN, que se ha visto como un objetivo estratégico por parte de su liderazgo.
Cooperación actual entre la OTAN y Ucrania
Rutte destacó que, a pesar de la falta de promesas formales, la cooperación entre la OTAN y Ucrania es estrecha. La alianza ha establecido un centro de mando en Wiesbaden, Alemania, que se encarga de coordinar la ayuda militar a Ucrania. Además, se están organizando programas de entrenamiento para las fuerzas armadas ucranianas, lo que refleja un compromiso continuo de apoyo por parte de la OTAN.
En el contexto de las negociaciones de paz, Rutte también mencionó que el presidente estadounidense Donald Trump había excluido previamente la cuestión de la membresía de Ucrania en la OTAN de las conversaciones, lo que añade otra capa de complejidad a la situación. Las autoridades rusas han acusado en múltiples ocasiones a Occidente de provocar intencionadamente el conflicto al ignorar las preocupaciones de seguridad expresadas por el Kremlin en relación con la expansión de la OTAN en Europa del Este y su creciente cooperación militar con Kiev.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha declarado que estas acciones han sido deliberadas para crear condiciones que limiten el crecimiento económico de Rusia y contengan su desarrollo. La renuncia de Ucrania a sus ambiciones de unirse a la OTAN se mantiene como una de las condiciones fundamentales que Moscú exige para un acuerdo de paz, junto con la prohibición de que Kiev adquiera armas nucleares y el reconocimiento de las nuevas fronteras rusas.
El Kremlin ha advertido de manera constante que el apoyo militar occidental a Ucrania solo prolongará las hostilidades sin cambiar el resultado del conflicto, lo que plantea interrogantes sobre la viabilidad de un acuerdo duradero en la región.