En 2022, los supermercados de Estados Unidos desechaban 5 millones de toneladas de alimentos, de las cuales el 35% terminaba en vertederos, según el informe de la organización sin ánimo de lucro ReFed. Más de la mitad de este desperdicio—2,7 millones de toneladas—correspondía a productos que habían superado las fechas de caducidad indicadas en sus etiquetas.
Sin embargo, la investigación reciente del Texas McCombs School of Business sugiere que existe una solución tecnológica viable para este problema. Al sustituir las etiquetas de papel por etiquetas digitales, los supermercados pueden ajustar rápidamente los precios y mover productos más antiguos desde sus estanterías hacia los hogares de los consumidores.
Beneficios de la actualización tecnológica
El estudio titulado «Inventory Information Frictions Explain Price Rigidity in Perishable Groceries», publicado en la revista Marketing Science, destaca que el uso de etiquetas electrónicas, que permiten la modificación dinámica de precios, no solo beneficia a los consumidores, sino que también resulta en un ahorro significativo para los minoristas. Ioannis Stamatopoulos, profesor asociado de gestión de información, riesgo y operaciones, explica que «todo el mundo se beneficia cuando se habilita la fijación dinámica de precios», ya que se reduce el desperdicio de alimentos y, por ende, las emisiones asociadas a la descomposición de estos en vertederos.
La implementación de etiquetas digitales permite a los supermercados actualizar precios con solo unos pocos clics en una tableta, en comparación con el proceso laborioso de imprimir y colocar etiquetas físicas. Con la posibilidad de ajustar los precios de manera más frecuente y económica, las tiendas deberían hacerlo con mayor regularidad, lo que ha demostrado ser efectivo en la práctica.
Un análisis realizado en dos cadenas de supermercados europeas que adoptaron etiquetas digitales reveló resultados notables. En una de ellas, ubicada en el Reino Unido, se implementaron etiquetas digitales para 940 productos perecederos, lo que resultó en un aumento del 54% en la frecuencia de cambios de precios. La segunda cadena, en la Unión Europea, combinó las etiquetas electrónicas con códigos de barras ampliados, lo que les permitió aumentar la frecuencia de cambios de precios en un sorprendente 853%.
Esta gestión más eficiente del inventario no solo beneficia a los compradores, sino que también mejora la rentabilidad de las tiendas. Al poder ofrecer descuentos en productos que se acercan a su fecha de caducidad, los supermercados pueden realizar pedidos más grandes, aprovechando así las economías de escala en la adquisición de productos.
A pesar de los beneficios a largo plazo de la fijación dinámica de precios, esta iniciativa enfrenta obstáculos a corto plazo. Uno de ellos es el temor de los consumidores a que los minoristas aumenten los precios durante períodos de alta demanda, una preocupación que ha generado reacciones negativas en el sector de la comida rápida, como evidenció el reciente anuncio de Wendy’s sobre su intención de implementar precios dinámicos.
A diferencia de los restaurantes, los supermercados encuentran difícil identificar momentos de alta demanda para productos individuales, lo que complica la aplicación de esta estrategia. Además, la inversión inicial en tecnología y la necesidad de que los empleados actualicen los datos diariamente para miles de productos representan un desafío considerable.
A nivel global, Europa ha mostrado un avance en la adopción de estas tecnologías, aunque esta tendencia podría estar cambiando. Walmart ha anunciado su intención de adoptar etiquetas digitales en 2,300 tiendas para 2026, y otras cadenas como Amazon Fresh y Schnuck’s también están implementando esta tecnología.
Stamatopoulos sugiere que para acelerar esta transición, sería beneficioso contar con subsidios gubernamentales similares a los que se ofrecen para paneles solares y vehículos eléctricos, argumentando que «alguien necesita romper este equilibrio» para facilitar un cambio significativo hacia una era en la que todos los minoristas utilicen esta información adicional de manera efectiva.