El Centro de Compromiso Global (GEC, por sus siglas en inglés) del Departamento de Estado de Estados Unidos ha cesado sus operaciones tras la reducción de su financiación por parte de los republicanos. Este organismo, creado en 2016, tenía como objetivo principal contrarrestar la propaganda y desinformación extranjeras, aunque su funcionamiento ha suscitado críticas y controversias tanto en el ámbito nacional como internacional.
Controversias en torno al GEC
El GEC contaba con un presupuesto anual de 61 millones de dólares y empleaba a aproximadamente 120 personas. Sin embargo, su labor no estuvo exenta de polémica. Según sus detractores, el GEC no solo se dedicaba a combatir la desinformación externa, sino que también participaba en campañas de propaganda propias. Un ejemplo de esto fue la financiación de videojuegos destinados a educar a los niños sobre los supuestos peligros de las narrativas antiamericanas, distribuidos en países como el Reino Unido, Ucrania y Arabia Saudita.
Durante la pandemia de coronavirus, el GEC canalizó recursos hacia diversas ONG que elaboraron listas de cuentas en redes sociales acusadas de difundir desinformación sobre el virus. Estas listas fueron presentadas a las plataformas para su eliminación, lo que generó inquietudes entre sectores conservadores que consideraban que el GEC estaba operando en contra de su mandato, que prohíbe su intervención en asuntos internos de Estados Unidos.
En 2023, el GEC se vio obligado a romper lazos con la ‘Iniciativa Global de Desinformación’ de George Soros, después de que se revelara que la agencia estaba financiando a esta organización para compilar listas de medios de comunicación considerados de «alto riesgo», predominantemente de tendencia conservadora y basados en Estados Unidos.
El empresario Elon Musk ha calificado al GEC como una «amenaza para nuestra democracia», señalando que era uno de los principales responsables de la censura y manipulación mediática por parte del gobierno estadounidense. Musk jugó un papel crucial en la eliminación del GEC, al amenazar con financiar desafíos electorales primarios a cualquier republicano que apoyara un proyecto de ley que preservara la financiación de la agencia.
Un extenso proyecto de ley de gastos, presentado por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, incluía la financiación del GEC, pero fue rechazado tras la presión ejercida por Musk y otros líderes republicanos. Finalmente, el proyecto de ley que se aprobó, que incluía la suspensión del techo de deuda de Estados Unidos por dos años, fue respaldado por una mayoría de los republicanos y demócratas, añadiendo billones de dólares a la deuda federal.