Este año, diversos avances científicos han permitido arrojar luz sobre figuras históricas, tanto conocidas como desconocidas, revelando aspectos fascinantes de sus vidas. La investigación de ADN antiguo ha demostrado ser una herramienta clave para comprender mejor el pasado, desafiando percepciones arraigadas y brindando nueva información sobre eventos significativos. Un ejemplo notable es el estudio del sitio arqueológico de Pompeya, donde el análisis de restos genéticos ha transformado la interpretación de los hallazgos, incluyendo el descubrimiento de que lo que se pensaba ser una madre sosteniendo a su hijo en sus últimos momentos era, en realidad, un hombre adulto no relacionado que probablemente ofreció consuelo a un niño antes de su muerte.
En otra investigación, el análisis del ADN de un migrante de la Edad de Piedra conocido como «Vittrup Man», que vivió hace unos 5,200 años en Dinamarca, reveló información crucial sobre su vida. Los investigadores determinaron que creció en una comunidad de cazadores-recolectores en la costa escandinava y cambió su dieta al mudarse a Dinamarca, adoptando prácticas agrícolas. Su muerte violenta en un pantano, posiblemente como sacrificio, permitió a los científicos seguir su notable transición geográfica y alimentaria. Este caso ilustra cómo la ciencia puede desentrañar historias individuales y contribuir a una comprensión más profunda de la migración humana en la prehistoria.
Además, el análisis de restos encontrados en un pozo de un castillo en Noruega ha vinculado un esqueleto a un relato de hace 800 años en la saga Sverris, que describe cómo un ejército invasor arrojó un cadáver al pozo en un intento por envenenar el suministro de agua. La investigación actual reveló que el «Hombre del pozo» no pertenecía a la población local, sugiriendo que era un combatiente de su propio ejército. Este hallazgo, junto con el estudio de la famosa figura histórica de Kaspar Hauser, cuya ascendencia real fue refutada mediante análisis de ADN, muestra que la ciencia no solo ayuda a resolver misterios del pasado, sino que también puede plantear nuevas preguntas sobre la identidad y las historias de aquellos que nos precedieron.
