Entrevista de la agencia TASS a Leonid Reshetnikov, director del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos (RISI por su siglas en ruso) | Traducido del ruso por Íñigo Aguirre.
Los EE.UU. están perdiendo su poción de líder mundial, eso es evidente, señaló Reshetnikov. Rusia por su parte está reforzándose, incluso estando sometida a las sanciones, que no están funcionando del modo que la administración norteamericana había previsto.
Nuestros acuerdos y conciertos con la República Popular China hablan de que en el mundo está surgiendo un segundo, un tercer centro de gravedad. La unipolaridad está desapareciendo.
Según Reshetnikov, esto es algo que los norteamericanos entienden, pese a que siguen “enfermos” con su misión de dirigir el mundo, de salvaguardar la paz y la democracia, tal como ellos la entienden: “Es ciertamente una enfermedad lo que padecen”, considera el experto ruso. Y por cuanto el proceso de formación de un mundo multipolar continúa, continúan a su vez los avances en la ampliación de nuestra cooperación con China, el fortalecimiento lento, pero consecuente, del BRICS, la ampliación del proyecto euroasiático y de la Organización de Cooperación de Shanghái, etc.
Los estadounidenses están intentando detener ese proceso y en esa aspiración atacan sobre todo a Rusia. Los EE.UU. consideran que pueden alcanzar determinados éxitos utilizando para avanzar las grandes “ventanas” del perímetro de las fronteras rusas: Ucrania, las repúblicas bálticas, el Cáucaso, dijo Reshetnikov.
“Los años decisivos para que puedan alcanzar ese éxito que tanto anhelan, serán los años después de Obama. Cabe esperar que dentro de un año o dos, cuando comience el periodo postobama, los Estados Unidos, intentando mantener sus posiciones de gendarme mundial, van a emprender furiosos intentos para debilitar a Rusia. Pienso que la nueva administración pasará al contraataque, en lugar de estar a la defensiva como hace Obama. Y esos contrataques serán muy duros”.
“Esto es algo que entienden en muchos países clave,-señaló nuestro interlocutor. Por ejemplo, estuvimos recientemente en China dialogando con nuestros colegas chinos. Ellos comprenden perfectamente, que el golpe se asesta contra Rusia principalmente por el hecho de que gracias a su política, y a su existencia misma, está surgiendo la multipolaridad en el mundo. Y los chinos están muy interesados en que resistamos, en que soportemos el embate norteamericano”.
China está acometiendo ahora la segunda etapa de sus reformas, la creación de un mercado, recordó el director del “RISI”. Para el avance y realización de sus reformas, los chinos necesitan salir al exterior de un modo activo, pero se encuentran con la fuerte resistencia de los EE.UU., de la Unión Europea y de demás jugadores influyentes. Para ellos es muy complicado superar esa resistencia en solitario, por eso están proponiendo compaginar e integrar los proyectos euroasiáticos y el proyecto de la “Ruta de la seda”, y entonces de modo conjunto será más fácil alcanzar avances económicos y la expansión económica por todo el mundo.
“Esas propuestas vienen dictadas precisamente por el hecho de que China no quiere quedarse sola en esa lucha, en sus reformas, subrayó Reshetnikov: Así que con ellos, aparte de ser socios, a veces es más una alianza”.
«En lo que respecta a Rusia, en un futuro cercano ante nosotros se va a alzar una nueva elección civilizatoria: iremos por el camino del desarrollo de nuestra propia civilización rusa o copiaremos, intentando encajar en otro mundo. Todavía no se ha producido la elección definitiva», -añadió Reshetnikov.
Hay que liberarse de los equívocos y tomar conciencia de que la actual lucha encarnizada que se produce actualmente en todo el mundo, no es consecuencia de nuestros errores. No, es resultado de que nosotros como nación, como civilización somos distintos. Somos diferentes de ese Occidente colectivo que hoy dirigen los EE.UU. Hemos sido creados distintos, seguiremos siendo distintos y no hay modo de que podamos ser como ellos”.
Eso provoca por su parte una reacción de respuesta: ¿Por qué son distintos, por qué no son como nosotros?, hagamos que sean como nosotros, y si no resulta, dividámosles en secciones, en compartimentos, en veinte o treinta repúblicas, y a esos pequeños pedazos los vamos a incorporar en nuestra conciencia civilizatoria. Y ya que por ahora no pueden entrar en nuestra sociedad, eliminemos a su presidente, rompamos el país, dividámoslo en pequeños trocitos y luego esos pedacitos los iremos implantando en nuestra nueva era. Por eso los próximos dos, tres años, serán años de prueba para Rusia”.
Condujo la entrevista Alexánder Tsigánov, de la agencia TASS Fuente: http://riss.ru/smi/18447/