Nikolai Stárikov | Nstarikov.ru | Traducido del ruso por Íñigo Aguirre
La semana pasada resultó ser excepcionalmente rica en noticias políticas. Primero el atentado en Niza y la tarde siguiente el intento de tomar el poder en Turquía. Seguidamente vimos la embestida terrorista “a la turca” en Ereván, seguida del ataque contra policías en Alma-Atá. Y si en el caso de los trágicos acontecimientos en la capital sureña de Kazajistán está todo más o menos claro y es algo sobre lo que hemos hablado y escrito en numerosas ocasiones, la desestabilización de un miembro de la OTSC (Organización del Tratado de Seguridad Colectiva)y de la Unión Euroasiática como es Armenia es también bastante transparente.
Mientras que la situación en Turquía lleva varios días siendo interpretada por los analistas de la forma más diversa.
En esta situación quisiera arrojar algo de luz sobre los acontecimientos acaecidos en Ankara, Estambul y otras ciudades de nuestro vecino del sur.
Comencemos por la historia. Por la historia de los golpes de Estado en Turquía. Allí la tradición es que sean llevados a cabo por las Fuerzas Armadas. Los militares en el actual estado turco, cuyo fundador fue Kemal Atatürk, son los garantes de su laicidad, integridad y estabilidad. Y cuando desde su punto de vista, algo amenaza a esa laicidad, integridad y estabilidad, se abrogan la iniciativa de restablecer el, en su opinión, equilibrio perdido.
Durante el tiempo transcurrido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en Turquía se produjeron cuatro golpes de Estado: 1960, 1971, 1980 y 1997.Detrás de todos estos golpes en Turquía siempre estuvieron los EE.UU. En el primero de 1960 el objetivo era impedir el acercamiento con la Unión Soviética, cuando los propios EE.UU. les habían cortado la línea de crédito y el entonces primer ministro Adnan Menderes planeaba visitar Moscú para obtener una fuente alternativa de crédito y de ayuda económica. Pero el poder fue tomado por los militares y el destino de los políticos que deseaban entablar amistad con los rusos resultó bastante triste. El ministro del Interior Namik Gedik…se suicidó durante su detención en la academia militar turca, algo que recuerda bastante al futuro destino del ministro del Interior de la URSS, Borís Pugo, quien se pegara un tiro tras la “victoria de la democracia” en el Moscú de agosto del 91. El presidente Jelal Bayar, el primer ministro Adnan Menderes y otros varios miembros del gobierno fueron llevados a los tribunales. A los políticos se les acusó de traición a la patria, malversación de fondos públicos y violación de la Constitución. Tras lo cual tres (el primer ministro, el de finanzas y exteriores) fueron ejecutados el 16 de septiembre de 1961.
El golpe de 1972 recordó en cierta medida al golpe de Pinochet en Chile, que se produjo un poco más tarde en el 73, y tras el cual también estuvo la CIA. El objetivo era detener el giro a la izquierda y la llegada al poder de fuerzas que simpatizasen con los valores socialistas. Los golpes de Estado del 80 y 97 también estuvieron auspiciados por los EE.UU.
Es algo facialmente demostrable. Solo hay que hacerse una serie de preguntas lógicas.
¿Qué es un golpe de Estado? La toma del poder de manera ilegal.
¿Con qué objetivo se llevan a cabo los golpes de Estado? Con el fin de variar la política interior y exterior del Estado (Ucrania es un ejemplo perfecto de ello).
¿Varió la política exterior de Turquía con la llegada al poder de los militares? No, Turquía era un fiel vasallo de los EE.UU., no hubo ningún cambio en su orientación proamericana, al contrario, los intentos de desviarse de ese curso eran duramente reprimidos. Mientras que las políticas internas se endurecían, se apretaban todavía más las tuercas.
De modo que como hemos visto, los EE.UU. han participado en la toma del poder por parte de los militares turcos, bendiciendo los golpes y legitimando sus resultados reconociendo a los golpistas. Por si no fuera suficiente, los golpes de Estado hace tiempo que se han convertido en un medio de “corrección” de la política de Turquía por parte de los estadounidenses. Siempre hacia el lado que interesaba a los EE.UU. claro está.
Dejando claro este aspecto, en el que como vemos, detrás de todos los golpes militares en Turquía están los EE.UU. analicemos ahora de lleno lo que está ocurriendo.
En otra cosa no será, pero en lo que respecta a golpes de Estado, los militares turcos de experiencia van sobrados. Pueden enseñar a quien sea: En la academia, desde la teta materna, les inculcan que son precisamente ellos los garantes de la estabilidad y laicidad. Nunca los militares habían cometido ningún fallo a la hora de tomar el poder en Turquía. En las cuatro anteriores ocasiones derrocaron al gobierno tranquilamente. Pero en esta ocasión no lo consiguieron.
¿Cuál es el motivo del fracaso del golpe de Estado en Turquía en el 2016?
¿Pudiera ser que los militares obrasen de modo equivocado, que hubiesen olvidado sus propios planes, éxitos anteriores y demás croquis?
Es este un momento muy importante a tener en cuenta. En un análisis frio de la acción de los golpistas, observamos que han actuado con la misma diligencia que sus antecesores. Como si siguieran el manual de “Ilich”, teléfono, telégrafo, puentes. Como pudimos ver los puentes sobre el Bósforo fueron bloqueados por los militares. Por la televisión se leyó el comunicado sobre la toma del poder, mientras que el propio Erdogan salió al aire a través de su teléfono. Además de eso, los militares atacaron el parlamento y las instituciones militares clave, como la sede del Estado Mayor.
Todo como está establecido, todo como debe hacerse, todo como hicieron anteriormente.
Tampoco olvidaron los golpistas capturar al propio Erdogan, aunque la cosa quedo en intento.
Como en intento quedó el propio golpe. Pero nada tuvo que ver que Erdogan salvase la vida y quedase libre: Yanukovich también salvó la vida, también estaba libre, pero ello no impidió que siguiese la ejecución del golpe de Estado.
¿Por qué? Porque los golpistas en Turquía encontraron resistencia, mientras que los golpistas en Ucrania no la encontraron.
El golpe militar fracasó en Turquía porque no fue repentino. Erdogan estaba preparado para repelerlo, mientras que Yanukovich confió en los emisarios occidentales y entregó el poder sin prepararse en modo alguno para defenderlo.
Para entender lo sucedido en Turquía en 2016 deberíamos recordar unas páginas poco conocidas de nuestra propia historia. URSS, 1927. En el décimo aniversario de la revolución de Octubre, los trotskistas intentaron la toma del poder. El objetivo de esta poco conocida acción de la “Guardia de Lenin”, fue el siguiente: aprovechando la manifestación festiva del 7 de noviembre, se trataba de que unos destacamentos de combate preparados especialmente para la ocasión tomaran la sede de telégrafos y arrestasen a Stalin y su entorno. Conociendo de antemano esos planes, Stalin tomó las medidas que condujeron al completo fiasco del golpe. El propio líder y su entorno se retiraron previamente al Kremlin, donde estaban protegidos por su guardia de confianza, mientras que los edificios más importantes estaban tomados por destacamentos de chequistas fieles, que estaban atrincherados en su interior.
Así, cuando el 7 de noviembre de 1927 los sublevados irrumpieron en las estancias de los dirigentes, no encontraron allí a nadie. Y cuando intentaron tomas al asalto los demás edificios importantes ya no pudieron conseguirlo. No pudieron controlar ni telégrafos, ni telefónica ni las estaciones. Stalin conocía igual de bien que Trotski las lecciones de Lenin sobre la toma del poder. Como resultado los golpistas se vieron en la calle, donde las masas de trabajadores marchaban a celebrar el “día rojo” del calendario. Los intentos de alzar una revuelta mediante las arengas a los manifestantes en la Plaza Roja y en otros lugares fracasaron. Y con ello fracasó el propio golpe.
¿Por qué conociendo que se estaba preparando un golpe Stalin dejó que se produjera, que “reventase el absceso”?
Para demostrar a todo el partido la realidad de la amenaza y solo después comenzar la purga. De no mediar la intentona de golpe, para la militancia la expulsión de Trotski del partido hubiera sido una muestra de tiranía, un ajuste de cuentas con aquellos con los que Stalin tenía “diferencias”. Pero pueden existir distintos modos de ver las cosa, ¿para qué expulsar y arrestar a los compañeros de partido? Después de todo Lev Davidovich era el compañero de lucha más próximo a Lenin, el fundador del Ejército Rojo. Stalin pasó por el filo de la navaja, demostrando el verdadero rostro de la oposición, y el partido le siguió. En noviembre del 27 Trotski fue expulsado del partido y posteriormente deportado de Moscú a Alma-Atá y luego a… Turquía.
Algo parecido ha ocurrido este julio de 2016 en Turquía. El golpe fracasa porque Erdogan sabía con antelación lo que iban a hacer los golpistas y pudo contrarrestar sus planes: Prácticamente ninguno de los edificios desde donde se podría haber informado de la toma del poder (parlamento, etc), fue ocupado. Los golpistas que llegaron a asaltarlos encontraron resistencia armada. Además de un nivel de preparación tal que tuvieron que recurrir a la intimidación e incluso bombardear la sede parlamentaria. Hubo una resistencia feroz, de ahí el elevado número de víctimas durante el golpe. En Turquía nunca nada semejante había ocurrido antes. Los militares salían de sus cuarteles y tomaban el poder, y el “poder” no se resistía.
Hay que reconocer que el propio Erdogan dio muestras de valentía. Conocedor del golpe, dejó que se produjera e incluso marchó de Marmaris, cinco minutos antes de que pudieran apresarlo. De haber comenzado los arrestos, a gran escala como se están produciendo ahora, su propio entorno lo habría derrocado. Seis mil detenidos. Además no solo militares, también jueces. ¿Cómo demostrar que son conspiradores si no se ha producido el golpe? Por cierto que es precisamente la detención de jueces lo que habla claramente de que Erdogan conocía de antemano el golpe que se estaba gestando. ¿Cómo explicar de otro modo que tras un golpe de Estado expulsan de sus funciones y apresan miles de jueces y no solo a militares, haciéndolo además a las pocas horas del fracaso de la intentona?
La siguiente pregunta que debemos hacernos: ¿De dónde obtuvo el jefe de Estado de Turquía la información sobre la conspiración en ciernes?
Las variantes son muchas:
–Servicios de inteligencia turcos. Nunca en la historia de Turquía habían advertido a nadie de que se preparaba un golpe: En una situación de golpe militar, los servicios especiales es fácil presuponer en qué bando van a estar.
–Los EE.UU. advirtieron a Erdogan: Como ya hemos dejado claro, Los EE.UU. siempre han estado detrás de aquellos militares que han intentado tomar el poder en Turquía. Turquía nunca ha intentado abandonar la OTAN y siempre se ha mantenido fiel a los EE.UU. Comenzar un golpe, sin haberlo acordado previamente con Washington, significa condenarse de antemano a no ser reconocido.
Pero sobre los motivos por los que los EE.UU. han intentado precisamente ahora por medio de los militares, “corregir” el curso de Turquía, hablaremos un poco más tarde.
Pensemos ahora quién más podría haber ayudado a Erdogan.
Tampoco hay en el mundo demasiados servicios de inteligencia. Serios se sobreentiende. ¿El Mossad? Es una filial de la CIA y además Israel no mantiene una política que se interponga en los planes de los norteamericanos: Y además, ¿qué sentido tendría para Israel ayudar al islamista Erdogan?
¿El Mi-6? También son prácticamente otra filial de la CIA en cuanto a la coincidencia de intereses de Gran Bretaña y los EE.UU. en política exterior. ¿Francia o Alemania? Los primeros son incapaces de defenderse a sí mismos, y los segundos a fin de cuentas no existen en el plano internacional. ¿Quién más, China? En general no es su juego, ni Erdogan el héroe de una “novela china”.
¿Quién queda, quién puede disponer del potencial necesario y estar interesado en un determinado desarrollo de los acontecimientos en Turquía?
Rusia. Nadie más. Rusia fue la que trasladó a Erdogan los planes de golpe: Tenemos allí muchos turistas, que llegan y llegan sin que nada les asuste. Las escuchas del territorio de Turquía existen desde la época soviética, el seguimiento por satélite también. Crimea está al lado.
Y ahora volvamos a la pregunta de para qué necesitaban los EE.UU. el golpe militar.
Sus relaciones con Erdogan se han desarrollado del siguiente modo: Los EE.UU han ido llevando al impetuoso Erdogan en la dirección que les ha interesado a ellos mediante el látigo y la zanahoria: El látigo en forma de desórdenes de “colorines” en la plaza Taksim hace un tiempo. La zanahoria en forma de bonitas promesas de entregarles Próximo Oriente como zona de influencia. Pero para ello hay previamente que destruir los estados que allí se encuentran. Erdogan no es para los EE.UU. más que un arma de su política del “gran caos”. Pero hete aquí que Rusia se inmiscuye en la situación. En la situación en Siria. Y los EE.UU inmediatamente cambian de táctica; comienzan a apoyar abiertamente a los kurdos enemigos declarados del estado turco. Fueron precisamente los EE.UU. los que incitaron a Erdogan a derribar nuestro avión, prometiéndole el apoyo de la OTAN. Pero posteriormente la OTAN ni dijo ni hizo nada esperanzador, simplemente se hizo a un lado. En la situación con los refugiados Erdogan tampoco pudo lograr nada, quitando el financiamiento europeo. El hace lo que se le pide, mientras que sus socios norteamericanos y europeos lo abandonan constantemente. Erdogan comienza a sentirse ofendido y escapar de su control.
En esta situación el golpe militar es más que necesario para los EE.UU. En caso de éxito de los militares, llega al poder una fuerza, con la que nadie ha acordado nada. El nuevo gobierno de Turquía podría haber recompuesto la situación en la región, aumentar la tensión, comenzar acciones militares, introducir tropas. La llegada de los militares al poder en Turquía agudizaría y haría variar la situación en Siria, que no se está desarrollando a favor de los EE.UU. La intromisión de Rusia ha conducido a que Washington embarranque en Siria. Los militares podrán haber añadido caos y variar la situación. Y cualquier variación hacia el lado del caos, beneficia a Washington.
La victoria de Erdogan tampoco es algo malo para los EE.UU. Ya le han demostrado lo que pasará si se porta mal. Desde el punto de vista de Washington esta variante es algo peor que la primera, pero sigue siendo aceptable. (La entrega de información de Rusia ha convertido esa variante en algo mucho peor, Erdogan no es que sospeche lo que se prepara, sino que lo sabe a ciencia cierta).
La tercera posible variante del desarrollo de los acontecimientos también conviene a los EE.UU. Hablamos de una guerra civil en Turquía, pero sin una victoria rápida de una de las partes. El caos crecería, se tragaría a otro país. Estupendo. Toda la región se iría más rápido al fondo, que es lo que necesitan hoy los norteamericanos. (Y aquí Erdogan comienza a sospechar del Jefe de la base de Incirlik, donde se encuentran las FF.AA: de los EE.UU., de estar participando activamente en el golpe).
Y la última pregunta que nos queda por aclarar: ¿Por qué Rusia adoptó la decisión de entregar los planes del golpe a Erdogan? Todo indica, toda la conducta del jefe del estado turco, que está ahora agradecido. A los EE.UU. le envía reproches y la exigencia de extraditar a Gulen (que no pinta nada). Al lado ruso llegan buenas intenciones y un espíritu de paz.
¿Significa eso que Erdogan es amigo de Rusia? Por supuesto que no. Pero a día de hoy está muy enfadado con los EE.UU. En ese sentido, “el enemigo de mi enemigo” ya saben quién es. Para Rusia un Erdogan enfadado con los norteamericanos es mucho más preferible que unos militares impredecibles proamericanos en la guerra siria. Erdogan al menos ahora está en deuda con nosotros, mientras que los golpistas solo se deben a la CIA. Para nosotros se abre una nueva ventana de posibilidades en un juego tan complicado como es la política internacional.
Conviene tener presente que Erdogan hábilmente ha trasladado la culpa por el caza ruso derribado al “piloto golpista” (que ya está arrestado).El Jefe del estado turco demuestra su agradecimiento a Rusia, eliminando los problemas informativos y cumpliendo la exigencia de Rusia, que llevaba tiempo insistiendo en la necesidad de castigar a los asesinos de nuestros oficiales. En este marco, los EE.UU. que saben por qué ha fracasado el golpe auspiciado por ellos, comienzan a vengarse. También en el ámbito informativo: La agencia Stratfor, cercana a la CIA, declara inesperadamente que Rusia está implicada en el intento de golpe de Estado. Pero no en el sentido de sofocarlo, sino de organizarlo.
Y para finalizar quisiera dirigirme a los ciudadanos de Rusia y demás países rusoparlantes: No hay que viajar a Turquía. Hay motivos de sobra para ello: la muerte de nuestros pilotos, el peligro para sus familias, lo impredecible del subsiguiente desarrollo de los acontecimientos.