El ejército sirio, con el apoyo de Rusia, están librando una dura batalla, para la completa liberación de la ciudad de Alepo, de manos de los terroristas del Estado Islámico.
Durante la noche pasada, los terroristas del DAESH intentaron fallidamente penetrar en Palmira, lo que dejó un saldo de más de 300 terroristas muertos, según ha asegurado el Ministerio de Defensa ruso.
En la parte liberada de la ciudad de Alepo, ya son más de 3.000 los civiles evacuados por el ejército, que celebran la llegada del ejército sirio a la zona, tras vivir durante 16 meses bajo las atrocidades del Estado Islámico.
Desde 2011 Siria viene sufriendo la injerencia extranjera, ya que el país se encuentra en espacio geográfico necesario para que Estados Unidos desarrollen su proyecto gasoducto, como admitió el propio Robert Kennedy júnior, sobrino del expresidente norteamericano John F. Kennedy.
«Nuestra guerra contra Bashar al Assad no comenzó por las protestas civiles pacíficas de la Primavera Árabe en 2011», sino en 2000, «cuando Qatar ofreció construir un gasoducto por valor de 10.000 millones de dólares que atravesara Arabia Saudí, Jordania, Siria y Turquía», aseguró Kennedy.
Después de más de 5 años de horror y muerte, con imágenes atroces de menores decapitados, o trabajadores arrojados desde azoteas, el Estado Islámico está al fin retrocediendo en sus posiciones, y la victoria del ejército sirio es un hecho en ciudades como Alepo.
Manifestación en España ¿contra la guerra?
El próximo 12 de diciembre se ha convocado en las principales ciudades españolas, una serie de concentraciones bajo el lema «No a la Guerra», que está siendo apoyada entre otros, por cargos públicos y líderes de Podemos, y que ha sido ampliamente difundida a través de los principales medios de comunicación españoles.
Después de cinco años de atrocidades, es ahora, cuando el ejército sirio está expulsando del país a los terroristas del Estado Islámico, y cuando los medios españoles convocan estas concentraciones, que coinciden con la solicitud de los terroristas del Estado Islámico, quienes, con la excusa de evacuar a civiles, pidieron un alto el fuego a finales de noviembre, para poder reorganizarse.