Los jerarcas de Podemos avanzan inexorablemente hacia la liquidación de la casta política. Y lo hacen cómo debe ser, demostrando en la práctica que Podemos puede superar en su funcionamiento a los residuos de aquella casta corrompida que se debía eliminar y a la que, desde entonces, ya han enterrado un par de veces como mínimo. Empezaron quitando argumentos a ésta, con aquello de la transversalidad, intentando orientarnos a la conclusión de que no hay clases con intereses diferentes ya que estamos en la sociedad de los de arriba y los de abajo, como los inquilinos de un bloque de viviendas uniformes cualquiera; y, en esta línea, aceptaron bases, OTAN, Wall Street, el sistema financiero y la UE tal cual, ya que cuando se dan cuenta de que con chulerías verbales no es posible asaltar los cielos, creen que lo mejor es asumirlo y llamar al timbre de la puerta del sistema para ver qué les da éste de los suyo, en vez de organizar y pelear por un verdadero cambio de sociedad. La historia ya se encargará por inercia de hacer la justicia social que antes reivindicaban e iban a llevar a cabo, frente a las antiguallas comunistas, que se cuecen en himnos y banderas rojas.
El proceso a su IIª Asamblea de Vistalegre es, pues, como puede comprobarse en todas sus manifestaciones públicas, alegre, confiado, fraternal, con argumentos teóricos sólidos y gran sabiduría ideológica y política. No importa pegarse algunos trastazos fraternales a la cabeza, ni aceptar al pie de la letra las tesis de los independentistas catalanes para defender su peculiar sistema de federalismo, como colmo de la coherencia de ir de un lado para otro.
Hasta aquí la marcha de Podemos hacia su Vistalegre 2: democracia, debate, buen rollo y nuevos métodos de participación. Y si creen que se han pasado en algunas cosas que no les da buena imagen, con pedir perdón al respetable, todo arreglado.
Y mientras, ¿qué hace la IU de Garzón, Anguita, Centella, jefes políticos y teóricos de la organización, y el resto de socios? Pues nada, esperar pacientemente a que Podemos en Vistalegre 2 decida qué labores auxiliares y de peonaje le dejan hacer a una IU que quieren desaparecida o enterrada, habiéndolo casi conseguido. Una organización que costará reflotar y desenterrar cuando los jerarquillas actuales de la misma constaten que han fracasado y que son radicalmente inútiles para hacer algo provechoso para un proyecto real de la izquierda transformadora, y que en un arrebato tardío de honradez decidan irse a su casa o a pasar humildemente a la base de la organización para arrimar el hombro y ser útiles en algo.
Ante esto, la pregunta histórica y recurrente, ¿qué hacer? Y no puede haber otra respuesta que contestar que lo único que se puede hacer es lo de siempre mejorado, e intentando afinar para no volver a equivocarse. Hay momentos difíciles en los que no puedes hacer otra cosa que mantener la resistencia y no perder el principio de dignidad, sin el cual no puede existir ningún proyecto de transformación social. Ver qué somos, quiénes somos y qué queremos ser, para superar este mal momento actual y avanzar hacia el futuro, teniendo en cuenta el pasado. No renunciar a nada del patrimonio y de la identidad y bagaje útil de la experiencia vivida, superando lo obsoleto y desfasado y potenciando lo válido. Reconstruir el núcleo moral, ideológico y político adecuado al momento actual y a lo que queremos representar. Un discurso único, concreto y claro, en una mezcla dialéctica entre propuesta para hacer frente a los problemas más acuciantes y sus soluciones inmediatas, y la política e ideología para hacer avanzar una perspectiva estratégica de futuro. Siendo conscientes de que sólo a través de una organización crecientemente más sólida y numerosa es posible avanzar. Un organización que pretenda como una de las cosas más importantes, restituir el concepto de dignidad humana como algo imprescindible, la mejora de las condiciones de vida y de trabajo colectivas, acompañado todo de una escrupulosa concepción democrática, participativa y alternativa al sistema capitalista, que prescinda de esnobismos a lo Vistalegre. No veo otra forma consecuente, viable y seria, de Unidad Popular.