Toda empresa asume un riesgo al tratar con cualquier cliente, pues el peligro de no poder realizar los cobros permanece latente mientras dure la relación económica. Los años de crisis han vuelto a las empresas y a los empresarios más cuidadosos en este aspecto, ya que son muchas las compañías que sufren en estos momentos de mala financiación, de pérdida de clientes o negativas bancarias para conseguir préstamos que consoliden o la mantengan a flote, hasta que la situación mejore.
Por lo tanto, es un deber asegurar los pagos cuando se realizan las ventas. Es trabajo del equipo financiero reducir el riesgo de impago al mínimo y aumentar la confianza en las decisiones que se tomen al respecto de un cliente. Es de vital importancia ya que una acumulación de impagos, puede llegar a producir un grave perjuicio que puede afectar a la solvencia de la misma y caer en la espiral de la derrota en el difícil campo comercial.
Una suposición que hay que temer, y con razón, en cuanto somos conscientes de que los datos sobre la morosidad de los créditos concedidos por los bancos, cajas y cooperativas a particulares y empresas crece en España por encima del 12%.
La información sobre empresas españolas con las que el empresario trabaja habitualmente, o con aquellas empresas españolas con las que inicia un camino comercial, es vital para saber qué posibilidades reales existen de impago. La información sobre empresas se hace en la actualidad imprescindible a la hora de gestionar, con seguridad, las actividades comunes que se vayan a desarrollar. La solvencia se ha convertido en un factor esencial a la hora de entablar una relación comercial con un nuevo cliente, proveedor o colaborador.
La solvencia se identifica, por tanto, como la capacidad que se tiene, tanto a nivel personal como empresarial, para hacer frente a las deudas que contrae una persona o empresa y, por el contrario, la insolvencia se define como la incapacidad de pagar las deudas en el tiempo establecido en el contrato o acuerdo que se haya firmado.
Cómo saber el estado financiero de las empresas
Al observar detenidamente la empresa, con la que se pretenden realizar ciertas transacciones comerciales, deberemos fijar el foco de atención en la capacidad que esta tiene para generar recursos financieros o ingresos por cuenta propia, que se generen a través de la venta de sus productos o servicios, así como la capacidad que posee para hacer frente con naturalidad a los pagos que se hayan contratado con otras empresas. En este sentido, las referencias son de vital importancia y hay que tenerlas en cuenta.
Ambos casos deben darse de forma conjunta y de manera positiva, para que se tenga cierta seguridad sobre su solvencia al menos en cuanto a corto y medianos plazos. Para completar datos y aumentar la confianza, podemos pedir información a las agencias, que como en Informa.es, manejan balances de empresas que proporcionan datos claves sobre esta solvencia, tan necesaria para realizar tratados comerciales de forma fiable. Los balances de empresa son los documentos de los estados financieros de las empresas que muestran la situación patrimonial y económica de la misma.
Los balances se componen de activo (conjunto de bienes, derechos y otros recursos controlados económicamente por la empresa; son los resultados de sucesos realizados con anterioridad de los que se espera que la empresa obtenga beneficios económicos en el futuro), patrimonio neto(es la parte residual de los activos de la empresa, que se obtienen una vez deducidos todos sus pasivos). En él se incluyen las aportaciones realizadas, ya sea en el momento de su constitución o en otros posteriores, por sus socios o propietarios, que no tengan la consideración de pasivos, así como los resultados acumulados u otras variaciones que le afecten) y pasivo (obligaciones actuales surgidas como consecuencia de sucesos pasados, cuya extinción es probable que dé lugar a una disminución de recursos que puedan producir beneficios económicos).
Informes de conocimiento de fiabilidad
Cuando se recurre a las agencias que evalúan los riesgos de las compañías y empresas, suelen presentar tres tipos de informes para asegurar o dudar con precisión de la fiabilidad de aquella que está siendo sometida a observación. `
El informe que reúne los datos esenciales de la empresa se llama informe comercial y debe transmitir una imagen clara de la empresa en la actualidad, en comparación con situaciones de años anteriores. De este modo, sabremos si la empresa tiene tendencia ascendente o descendente en su área de negocio.
El informe Rai es el más utilizado como primera línea de evaluación, ya que en él se muestran las incidencias de pago que existen en el Registro de Anotaciones Impagadas y, por último, un informe más completo, realizado por un experto analista, que incluye el importe aprobado con acceso a financiación, probabilidad de impago, datos generales de la empresa, cargos directivos, empresas del grupo, comparativa Ventas-Resultado…, denominado informe de riesgo.