Todos hemos oído hablar alguna vez de los maravillosos hoteles de Asia y El Caribe en los que las habitaciones son bungalows sobre el agua. Nos hemos imaginado a nosotros mismos nadando en esas aguas azules en ese pequeño paraíso. Pues bien, en nuestro intento por hacer realidad el sueño, hemos encontrado el Avani Sepang Goldcoast Resort, un hotel de bungalows sobre el mar localizado en Malasia, el cual es uno de los hoteles de este tipo más baratos del mundo, y allí nos dirigimos. Depende de la fecha en la que hagáis vuestra reserva, el precio puede variar, pero siempre suele rondar los 110 o 130 euros, puedes encontrar las mejores ofertas aquí.
Salida de Madrid y Llegada a Kuala Lumpur
Como ya hemos dicho, nuestro hotel-destino está en Malasia, y los vuelos que salen desde Madrid tardan en llegar a este país unas 15 o 16 horas, por lo que nos conviene prepararnos bien para un vuelo tan largo. Además, España y Malasia tienen una diferencia horaria de 8 horas, así que debemos tener en cuenta que sufriremos jet-lag, y elegir bien la hora de salida de nuestro vuelo para poder aminorar los efectos de este.
Nuestro vuelo salía del aeropuerto de Barajas a las tres de la tarde, hora española, y después de tan larguísimo vuelo, llegamos al aeropuerto internacional de Kuala Lumpur a la 1 de la tarde según el reloj malayo.
Llegada al hotel
El hotel Avani Sepang Goldcoast Resort se encuentra a 45 minutos en coche del aeropuerto y a 90 minutos de la ciudad de Kuala Lumpur. Debido a que esta distancia entre el hotel y la ciudad es muy grande, el objetivo de alojarnos allí no es visitar la capital de Malasia, sino tomarnos unos días de relajación en la playa.
Nada más llegar al hotel, encontramos una gran recepción decorada lujosamente pero dentro del estilo tropical que caracteriza a esta región del sureste asiático. Tras el check-in nos dirigimos a nuestra habitación. De camino a esta, podemos ver la espectacular piscina de borde infinito con la que cuenta el hotel. El complejo de bungalows es enorme, por lo que para desplazarnos por él, el hotel pone a disposición de sus clientes un servicio de ‘buggys’, que se asemejan a los carros de golf y que trasladan a los huéspedes desde el lobby por todo el recinto.
Nuestra habitación, para dos personas con cama doble, era un pequeño bungalow/dormitorio con baño, una zona de estar y una terraza con mobiliario de jardín que da al mar. Las vistas desde aquí son impresionantes. Por lo que pudimos observar, el resto de bungalows del complejo eran similares al nuestro. Todo el sitio parece un pequeño barrio tropical y acogedor.
A la hora de la cena nos dirigimos a uno de los restaurantes del hotel en bicicleta, que es otra de las formas para desplazarse que proporciona el resort a los clientes. En todos los servicios de comidas puedes elegir el buffet libre o comer en uno de los restaurantes del hotel, donde sirven platos tradicionales de la gastronomía asiática, además de tener también platos de cocina vegetariana, halal y sin gluten. En concreto, el restaurante Perahu ofrece unas vistas increíbles del mar y una comida a la parrilla deliciosa.
Servicios que ofrece el hotel
Ya que nuestra idea era quedarnos durante todos los días de la estancia en el hotel, o cerca de este, nos informamos de todas las actividades que podíamos realizar allí. Cerca del hotel, en la playa, se pueden realizar actividades deportivas como canoa, volley playa, windsurf o vela, y también cuentan con otras actividades como mini golf, gimnasia y tiro con arco. Además, el hotel cuenta un gimnasio que esta abierto todo el día.
Aunque si nuestro plan es más relajado, podemos visitar el spa del resort, que cuenta con saunas y un servicio de masajes. También podemos pasar por las tiendas que hay dentro del propio hotel, donde podemos comprar gran variedad de recuerdos del hotel y el país.
En la recepción del hotel te puedes informar también de las excursiones que organizan a las plantaciones de los alrededores, perfectas para disfrutar de la naturaleza tropical.
Por supuesto, también puedes decidir pasar el tiempo tomando al sol junto a la ya mencionada piscina de borde infinito que da al mar. Esta, sin duda, es la mejor manera de relajarte en este hotel de ensueño.
Check-out y sensación general del Avani Sepang Goldcoast Resort
A la hora de marcharnos, reservamos un buggy que nos trasladara las maletas hasta la salida del hotel, y dejamos la habitación a las doce de la mañana. Nuestro vuelo de vuelta a Madrid salía tres horas más tarde.
La sensación general que nos ha dejado el hotel es de sobresaliente. La ubicación es inmejorable y todo el ambiente que lo rodea es tranquilo y relajante. Las instalaciones son geniales, y han pensado en todo para que la estancia de los clientes sea la mejor: desde los ya comentados servicios de desplazamientos hasta las actuaciones nocturnas en los restaurantes y bares del hotel. La comida fue exquisita, destacando el desayuno. El trato con el personal del hotel ha sido siempre agradable, y todos los empleados eran muy serviciales.
En definitiva, el Avani Sepang Goldcoast Resort es ideal si queremos evadirnos de la ciudad y su ajetreo unos días.