Nos acercamos al segundo aniversario de los acuerdos de Minsk sin que se haya cumplido ninguno de los puntos. Más bien al contrario, después de unos meses de relativa calma se han recrudecido los combates con el uso de todos los calibres de artillería que se suponen debían estar lejos de la línea de demarcación. Los ucranianos van con todo, incluyendo los sistemas de lanzacohetes múltiples «Uragán» y los famosos «Grad». También han lanzado algún misil «Tocha U». Volvemos a ver como en Donetsk pueden caer proyectiles de mortero en distritos donde hacía muchos meses no se veía nada semejante y volvemos a ver víctimas civiles asesinadas en sus casas o en la calle.
La Junta gobernante ve moverse el suelo bajos sus pies y saben que la guerra es la única manera de mantenerse a flote.