Desde aquel tristemente célebre 15 de noviembre de 2014 en que el presidente de Ucrania pronunciase durante su visita a Odesa su lapidaria frase: «Nosotros tendremos pensiones y ellos no. Nuestros hijos irán a la escuela y los suyos estarán sentados en los sótanos…» parece que es la única promesa que ha cumplido durante su mandato.
Durante los últimos días de enero y primeros de febrero, muchos niños del Donbás han vuelto a los sótanos y han vuelto a ver como cohetes «Grad» destrozaban sus viviendas y sus escuelas.
¿Hasta cuándo?