Pravda | Traducido del ruso por Íñigo Aguirre
La cínica política del régimen gobernante, encaminada a destruir y profanar la memoria sobre la Victoria del pueblo soviético en la Gran Guerra Patria, cada vez adquiere formas más monstruosas.
En correspondencia con las leyes sobre la “decomunistización”, en Ucrania están a toda marcha renombrando calles dedicadas a héroes de la guerra, desmontando monumentos erigidos en honor de los combatientes soviéticos, mientras los veteranos de guerra y del trabajo son víctimas de la burla de la chavalería fascistoide.
El régimen nacional-oligárquico, que se aupó al poder de la república con la ayuda de un golpe armado en 2014, se ha fijado como una de las tareas primordiales la imposición a la sociedad ucraniana de una ideología extremadamente chovinista y de odio hacia el pasado socialista. De ese modo aspira a destruir en primer lugar la memoria de la Victoria del pueblo soviético en la Gran Guerra Patria, y sobre esa base humillar a los veteranos de guerra y del trabajo.
Las condecoraciones y grados de la Alemania fascista, obtenidas por los dirigentes de la “UPA-OUN”, son reconocidas a nivel oficial, mientras que las condecoraciones soviéticas están bajo prohibición.
Enmarcada en esa serie de tropelías, aparece como un fenómeno absolutamente consustancial la aprobación en primera lectura, el 4 de abril, de la ley “Sobre la rehabilitación de las víctimas de represalias políticas”, que no es más que la continuación de la política antipopular del régimen gobernante y sus lacayos neonazis. No fue casual, que el encargado de presentar el proyecto de ley desde la tribuna parlamentaria fuese el diputado Yuri Shujévich, hijo del jefe de la “UPA” Román Shujévich, liquidado por los órganos de seguridad del Estado en 1950.
El hijo de ese criminal llamó a prestar a las “víctimas del régimen totalitario bolchevique, a los luchadores por la independencia de Ucrania” un apoyo adicional, introduciendo un complemento en las pensiones de los banderistas de un 25% en los casos de haber cumplido pena de prisión y de un 12’5% para los que estuvieron en el exilio.
Es bien sabido y documentalmente probado, que los nazis ucranianos en vísperas y durante la Gran Guerra Patria colaboraron estrechamente con los servicios de inteligencia de la Alemania hitleriana y conjuntamente con los ocupantes estuvieron luchando contra el Ejército Rojo y los partisanos soviéticos, aterrorizando a la población civil de Ucrania, Bielorrusia, Polonia y Eslovaquia. En la actual Ucrania “postmaidán” los cómplices de Hitler han sido erigidos a nivel de Estado al rango de héroes, luchadores contra la “ocupación soviética”. Día sí y día también podemos oír alabanzas en su honor, mientras que el saludo banderista “Jeróyam slava” (Gloria a los héroes) se ha convertido en atributo imprescindible de todo acto protocolario, desde las sesiones de la Rada, hasta la formación en el patio del colegio.
Y en esta ocasión esta sacrílega iniciativa encontró un amplio respaldo entre el cuerpo de diputados, de los que una parte significativa está hoy compuesta precisamente por los herederos ideológicos de los colaboracionistas nazis, de los asesinos y verdugos.
Así por ejemplo el diputado Ígor Guz del “Frente Popular” declaró: “No son muchas las personas todavía vivas de entre esos que se alzaron en un lucha a muerte por la independencia de nuestra patria. Esos que pasaron décadas en la cárcel. Yo mismo fui educado en una hermandad de la “UPA-OUN” en la región de Volynia y conozco a esas personas. Solo queda un puñado. Debemos hacer todo lo posible para que esa gente sienta la preocupación por ellos de nuestro Estado, especialmente a nivel económico. Es lo menos que podemos hacer para mostrar nuestro agradecimiento a estas personas”.
Tampoco se quedaron atrás aquellos partidos que se autodenominan oposición al régimen actual. Así, el representante del partido “Batkivshina” de la fracción de Yulia Timoshenko, Iván Kirilenko, llamó a respaldar el proyecto de ley: “Esta es la ley de la justicia, de la memoria histórica, del homenaje a aquella gente que tuvo la dignidad de luchar por la Ucrania del futuro, que ocupará el lugar digno que le corresponde en la familia europea de los pueblos. Mostremos nuestro respeto por ese puñado de gente tan fuerte”.
El representante del Partido Radical Andrei Lozovoi por su parte subrayó que esta ley “subsana una injusticia histórica en contraposición a cómo durante 70 años la ocupación soviética ha estado matando nuestra conciencia nacional”.
Mientras, el diputado Román Semenuja del partido del alcalde de Lvov “Samopomosh”, fue todavía más allá y propuso exigir que la Federación de Rusia se hiciera responsable por la “ocupación rusa” de Ucrania desde 1922 a 1991.
“En la sala hay mucha gente, cuyas familias fueron víctimas de la represión. Mi familia fue deportada a Siberia, donde mi padre vivió casi 10 años” manifestó a modo de conclusión el presidente de la cámara Andrei Parubiy para después solicitar el voto de los presentes en el parlamento. Finalmente el proyecto de ley fue respaldado por 258 diputados. Cabe señalar que ninguno de los diputados del grupo parlamentario “Bloque opositor”, ni ninguno de los diputados elegidos por las circunscripciones del sureste de Ucrania tuvo la valentía de salir en defensa de la verdad histórica, contra la rehabilitación del sanguinario fascismo banderista.
Van a hacer todo lo posible para que esos lacayos fascistas que no fueron aniquilados, reciban ese incremento en sus pensiones haciéndolo coincidir con el 9 de mayo, el día de su derrota.
Los ultrajes y profanaciones en aquellas ciudades de Ucrania donde todavía pervive el “fuego eterno”, se han convertido en hecho habitual. Así, en marzo de este año, en Odesa, seis jóvenes que estaban de botellón se pusieron a asar pinchos morunos en el fuego eterno, cerca del monumento al “marino desconocido”, erigido para inmortalizar la memoria de los caídos en la defensa de la ciudad en los años de la Gran Guerra Patria. El 4 de abril en Kiev arrancaron las cuatro empuñaduras de bronce que engalanaban el cáliz del fuego eterno en el complejo del Parque de la Gloria, junto a la tumba del soldado desconocido.
El Partido Comunista de Ucrania ha condenado enérgicamente este acto vandálico y ha exigido del gobierno municipal que repare inmediatamente la fisonomía arquitectónica del fuego eterno, y a los órganos de seguridad que realice la investigación de los hechos y presente ante la ley a los responsables.
Los comunistas hacen un llamamiento a la comunidad progresista de Ucrania y a la opinión pública internacional para que den su valoración a los actos vandálicos de los representantes de las fuerzas políticas neonazis, quienes con el apoyo del gobierno central y local nacional-oligárquico ucraniano, llevan a cabo actos de ultraje contra los monumentos de la época soviética y los enterramientos de soldados soviéticos, libertadores de la Patria Soviética y de Europa frente a la “peste parda” del siglo XX.