Todo el mundo, o casi todo, tiene claro que el marketing online es muy eficaz. De hecho, la inversión en campañas online aumenta año tras año debido a que con buena planificación se puede llegar específicamente al grupo de personas que interesan a una empresa. Tanto es así, que algunos negocios se plantean abandonar para siempre otras formas de anunciarse, en especial las que tienen que ver con la publicidad offline.
¿Online u offline? Mejor online y offline
Es verdad que el uso del email y las redes sociales han hecho que cosas tan habituales como un Buzoneo en Madrid parezca innecesario, algo del pasado. Antes, lo normal era enviar cartas o repartir folletos de mano en mano, pero hoy la mayor parte de la información se hace llegar a través de medios virtuales. Hasta los periódicos están haciendo un cambio hacia la digitalización, ya que mucha gente en lugar del papel prefiere descargar el archivo en su tablet o smartphone y leer desde su pantalla.
No obstante, no hay que descartar la publicidad offline solo porque su uso esté remitiendo. De hecho, lo ideal es combinar ambos conceptos en una misma estrategia. Y es que el impacto que todavía causa una tarjeta de visita o un flyer sigue siendo muy eficaz como medio de difusión.
Un diseño unificado, la mejor opción
Para conseguir un buen resultado tanto en marketing online como en el mundo real, lo mejor es planificar bien todos los detalles. Por ejemplo, la imagen y el diseño que tienen todos los anuncios, en cualquiera de los formatos en los que se lancen. La labor de un diseñador web se puede trasladar al papel de forma muy efectiva. Los logotipos, colores y tipografías no generan ningún problema. Así, se puede publicar un contenido en una página corporativa, anunciarse en redes sociales y buzonear sin perder nada de identidad.
De hecho, lo ideal es unificar todo el diseño y seguir una línea con la que todo el mundo pueda identificarnos claramente. Ahí es donde a veces se piensa que es incompatible el marketing online y offline, ya que a menudo se hacen cambios en las campañas de Internet, incluso detalles importantes como un color o un logotipo, pero no se traslada a los folletos de publicidad que se reparten en la calle. Esto causa confusión y reduce la efectividad de una campaña completa.
Online y offline, una manera de cubrir todos los campos
Hay algo que los defensores a ultranza de la publicidad online olvidan. Y es que, a pesar de ser pocos, no todos los clientes potenciales tienen acceso a Internet. Incluso quienes lo tienen, a menudo no hacen caso de los banners o correos que reciben, de modo que el marketing online no causa efecto sobre ellos.
Es cierto que la labor de un estudio de diseño gráfico puede hacer mucho por llamar la atención. Aún así, hay quien hace caso omiso de todo aquello que no ha buscado, mientras que un cartel frente a una puerta, o un folleto en el buzón sí que despierta su curiosidad. Es por eso que las grandes compañías nunca han renunciado a anunciarse en soportes como marquesinas de autobús o sitios similares, ya que así están siempre delante del usuario sin que esto genere una molestia, como ocurre algunas veces con anuncios y ventanas emergentes de páginas web.
Mantener la publicidad fuera de Internet potencia las posibilidades. Así, parte de nuestro público objetivo también llegará a donde queremos. De otro modo, estaríamos creando una campaña de marketing que no está completa.