La información preliminar difundida por la agencia Saba, cuenta que 26 personas (22 niños y cuatro mujeres) fueron asesinados en el distrito de Duraihimi cuando el autobús en el que viajaban fue atacado este jueves 23 de agosto por aviones militares sauditas.
Por su parte, el canal de noticias árabe al-Masirah informó que como una consecuencia del ataque, al menos 31 civiles murieron, refiriéndose a una información emitida por el Ministerio de Salud yemení.
El ataque de este jueves en el que 22 niños fueron asesinados, se produce sólo dos semanas después de que la coalición encabezada por los saudíes bombardeara un autobús escolar en la provincia de Saada, matando a 51 personas, 40 de ellos niños.
En este ataque, perpetrado el 9 de agosto, se utilizó una bomba de fabricación norteamericana MK-82, de 227 kilos. Los primeros indicios que apuntaban a EEUU como proveedor directo de la bomba, usada por los sauditas en la masacre, fueron confirmados.