El conocido estribillo de la canción electropop de la cantante Pastora «No me llames Dolores, llámame Lola» nos viene a la mente cuando escuchamos las grabaciones que salieron a la luz esta semana y en las cuales José Villarejo, ex comisario de policía actualmente en prisión, con familiaridad a la Ministra de Justicia, Dolores Delgado, no la llama Dolores, la llama Lola.
La ministra del gobierno de Pedro Sánchez, ha vuelto a negar este martes haber tenido ningún tipo de relación con Villarejo, considerado como responsable de un chantaje al Estado. La misma, que ostenta además el cargo de Notario Mayor del Reino de España, miente inicialmente para ocultar su cercanía personal a responsables de lo que hoy se conoce como una trama criminal.
En un comunicado oficial literalmente se recogía que “La actual ministra de Justicia, mientras ejerció como fiscal de la Audiencia Nacional, ni concertó ni mantuvo cita alguna con el comisario citado, con el que nunca ha tenido relación de ningún tipo”. Posteriormente, el mismo comunicado fue matizado con las siguientes palabras «Tal y como manifestó ayer la propia ministra, Dolores Delgado no ha tenido ningún tipo de relación personal, profesional, oficial o no oficial con José Villarejo más allá de haber coincidido con él en compañía de otras personas en algún evento», reconociendo ‘al menos’ a ver coincidido con el ex comisario.
Las grabaciones que el diario digital Moncloa.com publica son de un encuentro que se produjo en el restaurante Rianxo el 23 de octubre de 2009, reunión convocada por el entonces director adjunto operativo de la Policía (DAO), Miguel Ángel Fernández Chico, para celebrar una medalla concedida a Villarejo por el Ministerio de Interior. En las mismas se refleja una conversación distendida sobre asuntos judiciales y policiales y sobre asuntos de índole íntimo y familiar, coloquio en el que la ministra trata a los otros 6 comensales con familiaridad.
Un singular evento social al que acudieron el ex juez Baltasar Garzón, el fallecido Miguel Ángel Fernández Chico, Gabriel Fuentes (adjunto al DAO), José Villarejo (ex comisario en prisión), Enrique García Castaño “el Gordo” (comisario) y Dolores Delgado, en aquel entonces fiscal de la Audiencia Nacional.
En los audios hechos públicos se atribuyen a Delgado declaraciones de carácter sexista y homófobo que según ella son palabras descontextualizadas, y en las que niega haber calificado de «maricón» al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska:
«Ahora salen unas grabaciones de una comida en la que participo, hace 9 años, y no tenemos los audios completos, hay trocitos solapados, pegados, en que se afirman determinadas cosas que los que me conozcan, y entre ellos mi compañero Fernando Grande-Marlaska, con el que sí que he hablado, sabe que no se refieren a él».
Por el momento, este capítulo se cierra con un comunicado con el desmentido de una posible dimisión «la ministra va a seguir trabajando como hasta ahora para mejorar la calidad de la justicia», con el anuncio de que comparecerá en el Congreso de los Diputados a petición propia y con el estallido del #Lolagate y la petición de la dimisión o el cese inmediato de la ministra.
