Los colonos israelíes del asentamiento ilegal de Yitzhar cercaron y atacaron a pedradas una escuela de la aldea de Urif, en la región de Naplusa, provocando la interrupción de las clases, estragos materiales y dejando heridos a siete jóvenes palestinos, que fueron trasladados al hospital Rafidia.
El director de la escuela, Ayed al-Qat, dijo que «las fuerzas israelíes protegieron a los colonos mientras estos llevaron a cabo el ataque». Al-Qat subrayó que tanto los colonos como los militares israelíes rodearon el establecimiento de enseñanza, impidiendo así que estudiantes, profesores y personal auxiliar pudieran salir del edificio.
El personal médico indicó que los estudiantes tuvieron que recibir asistencia debido a las lesiones provocadas por el lanzamiento de las piedras y debido a la inhalación de gases lacrimógenos.
El ataque de hoy es el tercero perpetrado en menos de un mes por colonos del asentamiento ilegal de Yitzhar contra la escuela de la aldea palestina de Urif, después de que en octubre, contando con el apoyo y la protección de los militares israelíes, provocaran decenas de heridos y estragos materiales en otras dos embestidas.
En el informe anual de 2017, publicado por el Ministerio palestino de Educación en marzo de este año, se registran numerosos ataques del gobierno israelí al sistema educativo palestino. Según el documento, 80.279 niños y 4.929 profesores y miembros del personal auxiliar fueron objeto de ataques por parte de colonos o soldados israelíes.
El texto revela además que nueve estudiantes murieron. Asimismo, 603 estudiantes, 55 profesores y miembros del personal auxiliar fueron alcanzados con fuego real o balas de goma durante las raids israelitas contra las escuelas.
Muchas decenas de estudiantes -dice el documento- sufrieron los efectos de sofocación debido a la inhalación del gas lacrimógeno provocado por las fuerzas israelíes.
Un bebé herido tras un ataque de colonos
Un bebé de cuatro meses resultó herido a principios de mes, después de que un grupo de colonos israelíes atacaran el vehículo de sus padres, cerca del asentamiento ilegal de Havat Gilad, al oeste de la ciudad de Naplusa. El niño fue llevado al hospital con heridas leves.
La situación por la que pasó Ali Shawahneh y su familia, cuando se dirigía a su casa, en la aldea de Kafr Thulth (región de Qalqiliya), recuerda al ataque fatal a Aisha Muhammad Talal al Rabí, de 47 años, y su marido, perpetrado el 12 de octubre.
Entonces, un grupo de colonos israelitas atacó a pedradas el coche en que la pareja viajaba, a pocos metros del puesto de control militar israelí de Zaatara, alcanzaron a Aisha en la cabeza. La mujer, madre de ocho hijos, fue trasladada al hospital, donde se certificó su muerte, mientras que su marido sobrevivió, con heridas leves.
Cercados por los asentamientos
Cerca de 600 mil israelíes viven en asentamientos – considerados ilegales a la luz del derecho internacional – en Cisjordania y en la Jerusalén Oriental ocupadas.
Las aldeas en la región de Naplusa están rodeadas por asentamientos y puestos avanzados israelíes, muchos de los cuales están protegidos por el Ejército israelí y que se han destacado por las «acciones extremistas» de sus colonos.
La Autoridad Palestina no tiene jurisdicción sobre los israelíes que viven en la Margen Occidental ocupada, siendo frecuentes los ataques perpetrados por colonos en presencia de fuerzas militares israelíes, ataques que gozan de impunidad en su gran mayoría.