España es una tierra de variedad a nivel gastronómico. Dentro de cada región, su idiosincrasia y disposición de productos propios han hecho que destaquen por algún elemento específico. Es el caso de Andalucía, que presenta opciones para todos los gustos y, lo mejor, sin que las expectativas de los comensales se vean disminuidas.
Si has escuchado hablar de la dieta mediterránea y conoces algunos de los platos típicos de la región andaluza, no te extrañará saber que esta última está incluida dentro de esta forma tan rica y saludable de ingerir los alimentos.
Según cada región, en Andalucía existen algunos platos típicos que se preparan con los ingredientes más típicos, dando por sentado que no solo se trata de buena cocina. También son capaces de sacar el máximo partido a sus conocimientos y transformarlos en recetas con una altísima calidad. Estos son alguno de sus tesoros:
El salmorejo cordobés
Uno de los platos típicos en la región de Córdoba es el salmorejo. Su preparación básica es miga de pan a la que se le hace un añadido de ajo, sal, tomates y aceite de oliva, por lo que desde ya se puede ver que es bastante apetecible y llena de nutrientes.
Aunque muchos suelen considerarlo una especie de sopa, realmente se trata de una crema o puré al que se le añaden trocitos de otros alimentos que contrastan el sabor, como tacos de jamón serrano o huevo duro.
Sin embargo, esta no es la única fórmula para prepararlo. Tal y como sucede en otros casos, se aprovecha la receta original y se realizan modificaciones para obtener distintas versiones, que pueden ser provechosas en diferentes momentos del año. Por ejemplo, se puede añadir cebolla, diversas carnes (como conejo o codorniz), almendras, pimentón, etc. Esta versatilidad ha permitido que el salmorejo tenga versiones propias en distintas zonas.
Ajo harina
Para los amantes de los guisos, la cocina andaluza (y sobretodo de Jaén) ofrece este plato exquisito hecho a base de patata y bacalao. Esta mezcla se sazona muy bien para darle a los comensales la oportunidad de disfrutar de un verdadero derroche de sabor.
Aunque existen muchas técnicas, la forma sencilla de hacerla es a través de un sofrito al que posteriormente se le añade agua. Esta mezcla se deja hervir y se le añade para espesar una mezcla conocida como gacheta, que se hace a base de harina y agua. Hay que recordar que es indispensable diluir bien la harina, porque en caso contrario se podrían formar pelotas de masa que resultarán más bien desagradables.
Se deja en el fuego por 15 minutos más y se sirve caliente. Lo bueno de este tipo de platos es que el que esté al mando en la cocina puede aprovechar para incluir distintos ingredientes con los cuales hacer variantes, tales como níscalos, azafrán, tomates, pimientos, etc.
Huevos a la flamenca
Si de versatilidad se trata, este es uno de los platillos más demandados y con mejor valoración en toda la cocina andaluza, por lo que no habrá quien pase por esas tierras sin aprovechar y probar las miles de formas que los cocineros han ideado dentro de sus restaurantes para sorprender a propios y visitantes.
La base de la receta es bastante simple y consiste en abrir unos huevos enteros en unos moldes individuales de barro que sean resistentes al horno. A estos huevos,se les añadirán todos los vegetales o productos cárnicos que sean del gusto del que elabora la receta.
Lo más básico consiste en colocar tomate en cubos o en tiras que puede estar crudo o frito, guisantes, pimientos, ajo machacado y cebolla. En cuanto a las carnes, siempre es buena idea añadir algunos trozos de jamón y/o chorizo para guisar. Para remate, hay que aderezar con sal y las especias preferidas.
Se mete al horno y se deja que el huevo cuaje. Al salir se verá una preparación compacta pero no homogénea, llena de colorido y con buena disposición para disfrutar en compañía de un buen pan.
Turrolate
Y sin dejar de darse un paseo por las mejores opciones disponibles en materia de repostería, encontramos esta deliciosa versión de confitería que tiene su origen en Córdoba, específicamente entre los pueblos de Priego y Rute.
Como ya se pueden imaginar por el nombre, la preparación es una fusión entre turrón y chocolate que se logra especiar con una divina mezcla de almendras, canela y azúcar. Aunque esta es la forma básica, también se pueden encontrar otras versiones igualmente deliciosas con otros frutos secos.
Lo bueno de este dulce es que viene presentado en forma de barra, por lo que su consumo es bastante simple y es posible de llevar a cualquier lugar. Esto ha hecho que se torne una golosina de consumo frecuente en la zona y algunos otros lugares aledaños.
Hoy, es un tipo de dulce que se comercializa a nivel de fábrica brindando innovación a través de una estructura en base a chocolate blanco, por ejemplo.
La técnica de cocina típica de Andalucía
El aceite de oliva es la grasa más utilizada dentro de la cocina de Andalucía. Su sabor incomparable, aunado a las ventajas nutricionales que le imprime a cada plato, hace que sea uno de los más recomendados para el uso de cualquier persona. Pero además, esta es una zona donde este producto es de producción propia.
En base a esto, se ha determinado que la técnica de cocina típica es la fritura, ya que representa el punto de inicio de muchos de sus platos autóctonos. En este caso, se referiría a sofritos que se hacen para permitir que ciertas verduras (como el ajo, la cebolla, los pimientos, etc.) puedan desprender la mayoría de sus sabores y aspectos nutritivos y después lograr transmitirlos al resto de la preparación, dando cada toque particular.
Pero no solo es eso. También se utiliza al colocar una abundante cantidad de aceite muy caliente en una sartén en la cual se sumerge el alimento que haga falta, permitiendo adquirir varias propiedades al mismo tiempo: quedar crujiente, cocinarse, potenciar sabores, etc.
Es por todo esto que la cocina andaluza es de las mejor valoradas. Cualquier persona estaría muy feliz de tener la oportunidad de probar alguno de estos exquisitos platos, por lo que siempre es posible aprovechar las recetas y realizar alguna práctica en casa.
