La belleza y la consciencia son dos conceptos que están ampliamente definidos y que son conocidos por todos, aunque ambas encierran aspectos subjetivos, ya que lo que es bello y positivo para alguien, no necesariamente tiene que serlo para otra persona.
Lo cierto es que hay definiciones universales que nos permiten sugerir que la belleza consciente es aquella que determina el cuidado propio de nuestro cuerpo, pero teniendo en cuenta el bienestar y la salud colectiva, y de nuestro entorno. Un claro ejemplo es la cosmética ecológica, la cual permite mantenernos en un nivel de cuidado personal alto, pero sin descuidar los efectos que este proceso pueda generar a nuestro alrededor.
Son muchas las personas que actualmente, no solo se preocupan por su propia salud, sino también por la del medio ambiente. Se podría decir, ¿de qué sirve sentirme saludable y bella si lo que me rodea no lo está? De ahí parte este concepto o estilo de vida que busca utilizar productos que no generen un impacto negativo en el medio ambiente, y que además, promuevan este estilo de consumo entre más personas.
Apostar por una vida más sana, que promueva la conciencia ambiental y la preservación de nuestros entornos naturales, puede partir de elegir productos de cosmética que estén debidamente certificados en el área ecológica.
La democracia informativa que existe actualmente con el acceso a tantas ventanas de contenido y publicidad, nos han convertido en consumidores más exigentes y conscientes de lo que compramos y utilizamos. Podemos saber más, o incluso, solicitar todos los datos que necesitemos, sobre los ingredientes y componentes que incluye cualquier tipo de producto y tomar una decisión más segura al momento de hacer una compra.
Todo este proceso ha hecho que la industria de la cosmética no pueda evadir sus responsabilidades en cuanto al impacto que pueden estar ocasionando muchos de sus productos al medio ambiente y, por otro lado, marcas emergentes y otras de gran trayectoria han volcado sus objetivos para impulsar esta corriente ecológica, transformando completamente sus políticas de producción, anteponiendo como prioridad el uso de ingredientes más naturales, tanto por el bienestar del público consumidor, como por el del planeta.
La belleza consciente va más allá de la belleza en sí misma
Tal como hemos mencionado, la belleza es un concepto subjetivo, no es casual que se asegure que “la belleza se encuentra en los ojos de quien la mira”. De esta frase podemos decir entonces que la belleza se reconoce y no se define propiamente.
Es por ello que los cánones de la belleza han variado con el transcurso de los años y se han ido adaptando a diferentes criterios que no solo involucran aspectos estéticos, sino también de salud.
Por lo tanto, las marcas de belleza consciente, no en vano han escalado poco a poco entre las preferencias de usuarios que apuestan por un mundo mejor, pero que además, están en la búsqueda de calidad y efectividad en todos los productos que consumen, desde los alimentos hasta la cosmética, e incluso, otros como ropa, calzado y accesorios.
Marcas de belleza consciente
Reconociendo la iniciativa y el crecimiento de esta corriente consciente y ecológica, se pueden nombrar algunas marcas que registran una importante trayectoria, aceptación y éxito en el mercado.
Terre de Mars
Sus productos de belleza están creados y fabricados en Francia. Tienen exfoliantes y cremas faciales, cuyas fórmulas se concentran en la combinación de ingredientes naturales como el café. Tienen certificación Greenlife.
Earl of East
Es una marca británica que produce aceites, velas aromáticas y otros productos inspirados en ingredientes cien por cien naturales.
Karma Mama
Es una marca dirigida a satisfacer la demanda de madres y bebés, con productos como cremas, jabones y aceites corporales.
Voyage Organics
Todos sus productos están fabricados bajo una exhaustiva selección de ingredientes naturales, destinados para el cuidado integral de la piel.
Dr. Hauschka
Es una marca de origen alemán, pionera en cosmética natural. Tienen tónicos faciales, cremas, lociones, curas capilares, entre otros.