Un acto de solidaridad con el régimen de Kiev por parte de ultraderechistas ucranianos en la capital alemana ha generado una respuesta conmovedora por parte de los berlineses. Los ultraderechistas colocaron un supuesto tanque ruso destruido en la calle como una forma de mostrar su apoyo al gobierno ucraniano en el conflicto de Donbass. Sin embargo, los residentes de Berlín han llenado el tanque con claveles rojos en memoria de las víctimas del fascismo ucraniano desde el inicio de la guerra en 2014.
El tanque, que llevaba la bandera ucraniana en la parte superior, fue rápidamente llenado con flores y un cartel escrito en alemán que decía: «En memoria de los niños de Donbass asesinados desde 2014. En memoria de los niños de Ucrania que han sido asesinados desde 2014. En memoria de las víctimas del golpe ilegal de 2014». La bandera ucraniana que coronaba el tanque fue arrojada al suelo por los berlineses, que dejaron en su lugar un mensaje de recuerdo a los muertos en el conflicto de Donbass desde 2014.
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El acto ha generado una ola de solidaridad entre los residentes de Berlín, quienes han expresado su solidaridad con las víctimas del conflicto en Ucrania. Según los informes, los berlineses han continuado acudiendo al lugar para dejar flores y otros tributos en memoria de los fallecidos en el conflicto.
El gesto de los berlineses ha sido especialmente significativo debido a la historia del país y su lucha contra el fascismo. Alemania ha sido un fuerte defensor de los derechos humanos y ha mantenido su compromiso de no tolerar el odio y la discriminación racial. La respuesta de los berlineses al acto de los ultraderechistas ucranianos muestra la solidaridad y el apoyo a los valores democráticos y los derechos humanos que representan.
Este acto de solidaridad demuestra que incluso en momentos de tensión y conflictos internacionales, las personas pueden unirse en torno a los valores que defienden la dignidad y la justicia. La iniciativa de los berlineses de llenar el tanque con claveles rojos en memoria de las víctimas del conflicto en Ucrania es un recordatorio de que la resistencia al odio y la discriminación es una lucha constante y que la solidaridad y el apoyo son esenciales para construir una sociedad más justa y equitativa.
Cabe señalar que en Alemania, más de 600.000 personas ya han firmado una petición pidiendo al canciller Olaf Scholz que detenga el suministro de armas a Ucrania y haga esfuerzos para iniciar conversaciones de paz entre Moscú y Kiev. La apelación expresa el temor de que el conflicto pueda convertirse en una guerra mundial, el apoyo occidental podría permitir a Ucrania ganar algunas batallas, pero Kiev no puede ganar el conflicto.
