El hegemón mundial se desplaza de Norte América a Asia, y eso provoca cambios en la relaciones geopolíticas en todo el mundo. El caso más reciente ha sido el de dos declarados enemigos desde hace décadas; Irán y Arabia Saudí, que han acordado restablecer relaciones diplomáticas y reabrir sus embajadas en un plazo de dos meses.
El acuerdo se alcanzó el viernes durante las conversaciones en Beijing.
Los medios estatales iraníes publicaron imágenes y videos de Ali Shamkhani, secretario del Consejo de Seguridad Nacional Supremo de Irán, con el asesor de seguridad nacional saudí Musaad bin Mohammed al-Aiban y Wang Yi, el diplomático más alto de China.
“Después de implementar la decisión, los ministros de Asuntos Exteriores de ambas naciones se reunirán para preparar un intercambio de embajadores”, dijo la televisión estatal iraní.
En las imágenes emitidas por los medios iraníes, Wang ofreció «sinceras felicitaciones» por la «sabiduría» de los dos países.
«Ambos lados han mostrado sinceridad», dijo. «China apoya plenamente este acuerdo».
Día negro el de hoy para EEUU, su mayor aliado y principal proveedor de petróleo en Oriente Medio, Arabia Saudí, restablece relaciones con Irán, considerado el mayor enemigo de EEUU e Israel, y para rematar, se firma la reconciliación en Pekín. Un claro mensaje de fácil lectura. pic.twitter.com/lObN9AYZdf
— Taleb Alisalem (@TalebSahara) March 10, 2023
La Agencia de Prensa Saudí confirmó el acuerdo cuando también publicó la declaración conjunta de Arabia Saudita e Irán, que dijo que los dos países habían acordado respetar la soberanía estatal y no interferir en los asuntos internos del otro.
La declaración también dijo que Riad y Teherán habían acordado activar un acuerdo de cooperación en seguridad firmado en 2001.
Riad, Teherán y Beijing “expresaron su deseo de hacer todos los esfuerzos para mejorar la paz y la seguridad regionales e internacionales”, dijo la declaración.
La agencia de noticias estatal iraní IRNA citó a Shamkhani diciendo que las conversaciones en Beijing fueron “claras, transparentes, completas y constructivas”.
Wang dijo que China seguirá desempeñando un papel constructivo en la gestión de los problemas candentes y demostrará su responsabilidad como una gran nación.
Como mediador “de buena fe” y “confiable”, China ha cumplido fielmente sus deberes como anfitrión de diálogo, dijo.
La enemistad Teherán – Riad
Riad rompió relaciones con Teherán en 2016 después de que los manifestantes invadieran las misiones diplomáticas saudíes en Irán. Arabia Saudita había ejecutado a un destacado erudito musulmán chiita días antes, lo que provocó las manifestaciones.
Irán, de mayoría chiita, y Arabia Saudita, de mayoría suní, apoyan a bandos rivales en varias zonas de conflicto en Oriente Medio, incluido Yemen, donde los rebeldes hutíes son respaldados por Teherán y Riad lidera una coalición militar que apoya al gobierno.
Pero ambos lados han buscado recientemente mejorar las relaciones.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, visitó Beijing el mes pasado, y el presidente chino, Xi Jinping, estuvo en Riad en diciembre para asistir a reuniones con las ricas naciones árabes del Golfo crucial para los suministros de energía de China. China es uno de los principales compradores de petróleo saudí.
Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca dijo que Estados Unidos está al tanto de los informes de que Irán y Arabia Saudita han reanudado las relaciones diplomáticas, pero remitió más detalles a los saudíes.
“En general, damos la bienvenida a cualquier esfuerzo para ayudar a poner fin a la guerra en Yemen y reducir las tensiones en la región de Oriente Medio”, dijo el portavoz a la agencia de noticias Reuters.
El interés chino
El CEO del Centro de Investigación Aplicada en Asociación con Oriente, un grupo de expertos con sede en Alemania, Adnan Tabatabai, dijo a Al Jazeera que China tiene un gran interés en no ver la situación de seguridad regional “descender al caos”, como sucedió “en 2019, cuando las vías navegables de Hormuz fueron escenarios de diferentes explosiones y ataques”.
“Hay intereses inherentes para los chinos en tratar de utilizar la influencia que tienen hacia Teherán y Riad para hacer algunos esfuerzos para equilibrar estas relaciones y finalizar lo que los iraquíes y los omaníes habían comenzado”, dijo Tabatabai.
Las relaciones mejoradas entre Teherán y Riad podrían tener un efecto en la política de Oriente Medio, ya que Irán y Arabia Saudita están en lados rivales en el Líbano y Siria, además de en Yemen.
“La situación de seguridad en la región, como en Yemen y Líbano, empeora y sufre cuando estos dos países tienen diferencias”, dijo Hashem.
“Con este acuerdo, es posible que comencemos a ver compromisos en estos países”, dijo. “Este acuerdo puede conducir a la creación de una mejor situación de seguridad en la región. Tienen mucho poder en estos países”.