El Tribunal Constitucional de Rumanía ha anulado los resultados de las recientes elecciones presidenciales, alegando interferencias extranjeras en el proceso electoral. Esta decisión ha provocado una respuesta inmediata del presidente Klaus Iohannis, quien ha asegurado tanto a la población rumana como a la Unión Europea y a la OTAN que el país mantendrá su estabilidad.
En un discurso transmitido el pasado viernes por la noche, Iohannis defendió la legitimidad de la decisión del Tribunal Constitucional, instando a todos los ciudadanos a respetar el fallo. La anulación de los resultados, que sorprendió a la sociedad rumana, se basa en alegaciones de que el candidato nacionalista de extrema derecha, Călin Georgescu, se benefició de un apoyo electoral ilegal y masivo, a pesar de haber declarado no contar con un presupuesto para su campaña.
El presidente rumano explicó que tras las elecciones comenzó a recibir informes de los servicios de inteligencia que alertaban sobre «cosas extrañas». Iohannis mencionó que convocó al Consejo Nacional de Seguridad, donde se llegaron a conclusiones graves respecto a la situación. En sus declaraciones, el presidente afirmó que había recibido información sobre el apoyo ilegal que Georgescu recibió de un país extranjero, lo que constituye una cuestión de seguridad nacional.
Georgescu, quien ha ganado notoriedad por sus creencias controvertidas y su apoyo a líderes colaboradores de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, logró una campaña exitosa a través de la plataforma social TikTok. Su popularidad se disparó en las semanas previas a la votación, lo que le valió el apodo de «Mesías de TikTok». Sin embargo, documentos de los servicios de inteligencia rumana revelaron que su victoria no fue un resultado natural, sino que fue impulsada por una campaña coordinada en redes sociales por un «actor estatal».
Las investigaciones revelaron que una red de apoyo previamente organizada se activó en la aplicación dos semanas antes de las elecciones, utilizando métodos típicos de un actor estatal para reclutar y coordinar esfuerzos a través de la plataforma de mensajería Telegram. Además, se descubrió que casi un millón de euros fueron gastados durante la campaña por un individuo que apoyaba la candidatura de Georgescu, con hasta 950 euros destinados a publicaciones en la app.
A pesar de la anulación de las elecciones, Iohannis, cuyo mandato finaliza el 21 de diciembre, ha garantizado que la estabilidad del país se mantendrá, afirmando que continuará en el cargo hasta que su sucesor sea legalmente elegido. «De acuerdo con la constitución rumana, el presidente sigue en funciones hasta que el nuevo presidente tome posesión», explicó.
El presidente también se mostró optimista sobre el futuro de Rumanía, enfatizando que el país es «estable, sólido y seguro». En su mensaje, Iohannis se dirigió tanto a la Unión Europea como a la OTAN, reiterando que Rumanía no enfrenta dificultades y que seguirá trabajando por una nación democrática, moderna y europea. Mientras tanto, se espera que el nuevo gobierno, formado por una alianza de partidos pro europeos, determine las nuevas fechas para las elecciones presidenciales, que se llevarán a cabo en dos rondas.
