El próximo 7 de diciembre, Milán inaugurará el Palazzo Citterio, un nuevo museo que forma parte del ambicioso complejo cultural Grande Brera. Este acontecimiento marca la culminación de un proyecto que ha estado en planificación durante cinco décadas y que pretende consolidar a la ciudad como un destino cultural de primer nivel, comparable a Florencia y Roma.
Ubicado a pocos pasos de la famosa Pinacoteca di Brera, el Palazzo Citterio se dedicará a la exhibición de arte moderno y contemporáneo, albergando más de 200 obras que complementarán la colección clásica del museo Brera. Entre las obras destacadas se encuentran ‘Cabeza de toro’ de Pablo Picasso, un bodegón de Giorgio Morandi y ‘Rissa en Galleria’ de Umberto Boccioni, así como trabajos de Amedeo Modigliani y Georges Braque.
El director de la Pinacoteca di Brera, Angelo Crespi, ha manifestado su ambición de que este nuevo complejo cultural impulse el número de visitantes a la zona, estimando un incremento de 50,000 visitantes en el próximo año, sumándose a los aproximadamente 500,000 que visitaron la Pinacoteca en 2023. Además, la inclusión de ‘La Última Cena’ de Leonardo da Vinci, actualmente ubicada a dos kilómetros de Brera, en la Pinacoteca podría aumentar significativamente los ingresos anuales del complejo, que se espera alcancen los 10 millones de euros y atraigan a 1.5 millones de visitantes.
La historia del Palazzo Citterio se remonta a 1972, cuando el gobierno italiano adquirió el edificio. A pesar de que un ambicioso proyecto de renovación por el arquitecto británico James Stirling fue interrumpido tras su fallecimiento, una reforma de 23 millones de euros se completó en 2018, aunque enfrentó problemas de humedad que cuestionaron su efectividad. Con la apertura del Citterio, se espera que el complejo cultural Grande Brera potencie la oferta turística de Milán, atrayendo a amantes del arte de todo el mundo.
El nuevo museo también se enmarca en un contexto más amplio de reformas en el sector cultural italiano, impulsadas por la legislación de 2014 que ha permitido a instituciones como la Uffizi de Florencia alcanzar cifras de ingresos y visitantes sin precedentes. Crespi ha subrayado cómo estas reformas han beneficiado a los museos italianos, permitiéndoles generar ingresos importantes y competir con grandes museos internacionales como el Louvre de París.
Con su apertura inminente, el Palazzo Citterio se perfila como un actor fundamental en la creciente industria del turismo cultural en Italia, prometiendo enriquecer la experiencia cultural tanto para los milaneses como para los visitantes internacionales.