En la tarde del 5 de diciembre, amigos y familiares en los Países Bajos se reúnen para celebrar una de las tradiciones más arraigadas en su cultura: la festividad de Sinterklaas. Este día marca el inicio de las celebraciones navideñas en el país, que se extienden hasta el 6 de diciembre, conocido como el Día de Sinterklaas, una festividad que también se celebra en Bélgica y en comunidades holandesas alrededor del mundo.
La figura de Sinterklaas tiene sus raíces en San Nicolás, el santo patrón de los niños, que se cree que falleció el 6 de diciembre del año 343. Este obispo griego de Mira, en la actual Turquía, es conocido por sus actos de bondad hacia los pobres y los necesitados. Además, la figura de San Nicolás ha inspirado la creación de Santa Claus, que ha permeado la cultura navideña en muchas partes del mundo.
La celebración del Día de Sinterklaas se remonta a al menos 700 años, aunque se popularizó en el siglo XIX con la llegada de Sinterklaas desde España en barco. Este evento fue inmortalizado en 1873 en Zwolle, donde un local vestido como el santo comenzó a repartir dulces a los niños. En la actualidad, la llegada de Sinterklaas es un evento masivo que se transmite por televisión en el mundo de habla neerlandesa, y ocurre el primer sábado después del 11 de noviembre.
Durante la celebración, las familias holandesas participan en un intercambio de regalos que se asemeja al «Secret Santa». Sin embargo, la tradición incluye la elaboración de poemas que, en ocasiones, contienen críticas veladas hacia la persona a quien se le entrega el regalo, creando un ambiente de humor y camaradería que es característico de la cultura holandesa. Los regalos suelen estar envueltos de manera elaborada, añadiendo un elemento de sorpresa al evento.
Los niños también participan activamente en esta festividad, dejándoles zapatos junto a la chimenea con la esperanza de que Sinterklaas les traiga dulces durante la noche. Entre los dulces típicos de Sinterklaas se encuentran los pepernoten, unas galletas de jengibre, y las chocoladeletters, chocolate en forma de letras que generalmente corresponden a la inicial del nombre del destinatario.
La controversia de Zwarte Piet
A pesar del ambiente festivo, la celebración de Sinterklaas no está exenta de controversias. Uno de los aspectos más discutidos es la figura de Zwarte Piet, el ayudante de Sinterklaas. La representación de Zwarte Piet ha sido objeto de debate durante años, ya que su imagen tradicional se basa en la caracterización de personas de color, lo que ha llevado a críticas por ser considerada racista por muchos en la sociedad neerlandesa. La historia del personaje es confusa; algunos afirman que es un moro que acompaña a Sinterklaas desde España, mientras que otros sugieren que su color se debe al hollín de las chimeneas que limpia.
La activista Jerry Afriyie fundó en 2014 el movimiento «Kick Out Zwarte Piet» (KOZP), que ha luchado contra la representación de Zwarte Piet en las festividades. Este movimiento ha organizado numerosas protestas, aunque ha enfrentado la oposición de sectores conservadores que defienden la tradición. A pesar de la creciente conciencia sobre la problemática, KOZP ha encontrado resistencia, y en 2017, el grupo fue calificado por la Evaluación Nacional de Amenazas Terroristas en los Países Bajos como un «grupo de acción anti-racista de extrema izquierda», una decisión que fue retractada en 2019.
La tensión entre los defensores de la tradición y los activistas ha llevado a situaciones extremas, como el bloqueo de autobuses con manifestantes de KOZP en 2017. Sin embargo, en los últimos años, el movimiento ha comenzado a ver resultados, con 28 consejos locales que han acordado realizar desfiles de Sinterklaas más inclusivos. Afriyie ha expresado su intención de cerrar el movimiento en 2025, una vez que se cumplan diez años desde su fundación.
A pesar de los avances, la situación se complica en el contexto actual, ya que los Países Bajos están bajo el gobierno más conservador en décadas, con el Partido por la Libertad (PVV) como la principal fuerza política tras las elecciones de 2023. La evolución de la celebración de Sinterklaas y la figura de Zwarte Piet seguirán siendo un tema de debate en la sociedad neerlandesa, reflejando las tensiones culturales y políticas que caracterizan el panorama europeo contemporáneo.