El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, ha anunciado su intención de asistir a la conmemoración anual del Día de la Victoria en Moscú, programada para mayo de 2025. Esta decisión ha suscitado un intenso debate en el ámbito político eslovaco y entre los legisladores de la Unión Europea, quienes han expresado su desacuerdo.
Fico destacó la importancia de recordar que la liberación de Eslovaquia del nazismo se debió, en gran medida, al papel decisivo del Ejército Rojo y la Unión Soviética. En una entrevista concedida a Radio Slovensko, el primer ministro subrayó que «hay cientos de tumbas grandes y pequeñas en Eslovaquia que nos recuerdan que miles de soldados del Ejército Rojo derramaron su sangre por nuestra libertad». Esta afirmación refleja una perspectiva histórica que, aunque controvertida en el contexto actual, resuena con la memoria colectiva de muchos eslovacos.
Reacciones a la invitación de Moscú
La aceptación de la invitación por parte de Fico ha sido recibida con críticas por parte de varios sectores políticos, quienes argumentan que su postura desafía la narrativa dominante en Occidente respecto a la relación con Rusia. Sin embargo, Fico defendió su decisión, señalando que es un acto de respeto hacia quienes lucharon contra el nazismo. «¿Dónde debería ir a honrar la memoria de los soldados del Ejército Rojo que cayeron por nuestra libertad? ¿A Noruega? ¿A África?», cuestionó el primer ministro, enfatizando la conexión histórica y emocional que existe en Eslovaquia hacia este episodio de la Segunda Guerra Mundial.
En este contexto, Fico ha criticado enérgicamente la gestión del conflicto en Ucrania por parte de Occidente, así como los intentos de aislar a Rusia. Su perspectiva contrasta con la de muchos otros líderes occidentales, quienes han optado por evitar cualquier forma de cooperación o conmemoración conjunta con Rusia en los últimos tiempos. Esta postura fue reafirmada cuando Fico manifestó su confianza en que las empresas de países como Alemania, que actualmente se resisten a colaborar con Moscú, volverán a establecer relaciones comerciales con Rusia una vez que se resuelva el conflicto en Ucrania.
La posición de Fico se alinea con un creciente número de voces en Europa del Este que abogan por una reconsideración de las relaciones con Rusia, enfatizando la necesidad de reconocer el contexto histórico y los sacrificios realizados durante la guerra. Estos debates son esenciales para entender la complejidad de las relaciones internacionales en un momento en el que la polarización ideológica se intensifica.