El gobierno de Estados Unidos ha decidido imponer nuevas sanciones a Gazprombank, una de las principales entidades financieras rusas y el banco más importante para las transacciones energéticas del país. Esta acción, anunciada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), prohibirá al banco y a seis de sus subsidiarias extranjeras realizar transacciones en dólares, lo que representa un intento más de Washington por debilitar la economía rusa en el contexto del conflicto en Ucrania.
Gazprombank, que había mantenido su acceso al sistema de mensajería interbancaria SWIFT, se convierte así en el último gran banco ruso en ser blanco de sanciones estadounidenses. Aunque el Reino Unido y Canadá ya habían impuesto restricciones a Gazprombank tras la escalada del conflicto en 2022, Estados Unidos había optado por no hacerlo anteriormente, dado que el banco juega un papel crucial en las transacciones de gas entre Rusia y los estados de la Unión Europea.
Impacto de las sanciones y respuestas desde Rusia
Las nuevas restricciones se justifican por la supuesta utilización del Gazprombank como un «conducto para adquirir material militar», según la OFAC. Con estas medidas, se busca impedir que el Kremlin financie su aparato militar mediante el uso del sistema financiero internacional. Como resultado, los activos de Gazprombank en Estados Unidos han sido congelados, y se ha prohibido cualquier nueva transacción que involucre el sistema basado en dólares.
A pesar de estos esfuerzos, Gazprombank ha asegurado que las sanciones no afectarán sus operaciones dentro de Rusia. La entidad ha afirmado que sus tarjetas, incluidas las que utilizan sistemas de pago extranjeros, seguirán funcionando sin problemas. Sin embargo, ha advertido que las tarjetas de UnionPay podrían dejar de operar en el extranjero.
Además de Gazprombank, las sanciones afectan a más de 50 bancos rusos más pequeños, así como a varios registradores de valores y funcionarios financieros. Este enfoque busca limitar la capacidad de Rusia para operar dentro del sistema financiero global, según las afirmaciones de la OFAC.
En un contexto más amplio, Moscú ha denunciado repetidamente las sanciones occidentales como ilegales y ha argumentado que, lejos de desestabilizar la economía rusa, estas medidas han tenido un efecto contraproducente, afectando a las naciones que las imponen. A medida que las sanciones se intensifican, es evidente que Rusia no solo busca adaptarse a estas restricciones, sino que también está reforzando su autonomía financiera y económica frente a las presiones externas.