La polarización se ha convertido en un término clave para entender la dinámica sociopolítica contemporánea en diversas partes del mundo, especialmente en los Estados Unidos. Este concepto ha sido reconocido recientemente por el diccionario Merriam-Webster como la «Palabra del Año 2024», reflejando una creciente división en la sociedad que se manifiesta tanto en el ámbito político como en el cultural.
Según Peter Sokolowski, editor de Merriam-Webster, la polarización implica una tendencia hacia los extremos en lugar de buscar un terreno común. Este fenómeno no se limita al ámbito político, donde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha suscitado tanto celebraciones como críticas, sino que también se extiende a la cultura popular, donde se observan divisiones cada vez más profundas.
El diccionario, que recibe alrededor de 100 millones de visitas al mes, elige su palabra del año basándose en datos que muestran un aumento en la búsqueda y uso del término. En este contexto, la polarización se define como la creación de desacuerdos intensos entre grupos opuestos, lo que en última instancia puede llevar a una fragmentación social más profunda. Esta tendencia se ha manifestado en diversas áreas, desde el debate político hasta las interacciones en redes sociales, donde las opiniones extremas tienden a prevalecer sobre el diálogo moderado.
El término ha cobrado relevancia en un momento en que la desinformación y la difusión de «hechos alternativos» son moneda corriente en el discurso público. Sokolowski enfatiza la importancia del diccionario como un «árbitro neutral y objetivo» en un contexto donde el significado de las palabras puede ser distorsionado. En este sentido, el reconocimiento de la polarización como palabra del año subraya la necesidad de volver a un enfoque más centrado y menos divisivo en el debate público.
Además de «polarización», Merriam-Webster ha presentado un ranking de otras palabras que han destacado en 2024, entre las que se encuentran «demure» (modesto), «fortnight» (quincena), «totality» (totalidad), y «resonate» (resonar). Estas elecciones reflejan una variedad de temas que han capturado la atención del público, desde eventos culturales hasta debates sobre la inteligencia artificial y el impacto en la comunicación contemporánea.
Este fenómeno de polarización no es exclusivo de Estados Unidos. En Europa y otras partes del mundo, se observan tendencias similares donde las sociedades parecen estar divididas en facciones cada vez más extremas. Esta situación plantea un desafío significativo para la cohesión social y el funcionamiento de las democracias, que dependen de un diálogo constructivo y del entendimiento mutuo entre los diferentes sectores de la población.
El reconocimiento de la polarización como un fenómeno global también invita a la reflexión sobre cómo se puede abordar esta división. A medida que las sociedades continúan enfrentándose a desafíos complejos, la necesidad de fomentar un discurso más inclusivo y menos polarizado se vuelve cada vez más urgente.
