El gobierno del Reino Unido ha anunciado un nuevo paquete de sanciones dirigidas a los envíos de crudo ruso, con el objetivo declarado de reducir significativamente los ingresos energéticos de Moscú. Según un comunicado emitido el lunes, alrededor de 30 petroleros, que el Reino Unido califica como parte de la «flota fantasma» de Rusia, han sido objeto de estas sanciones. Este término se refiere a los barcos que utilizan tácticas de ocultamiento para contrabandeo de bienes sancionados.
De acuerdo con las afirmaciones británicas, la mitad de los barcos sancionados transportaron más de 4.300 millones de dólares en petróleo y productos relacionados, como gasolina, en el último año. Con estas nuevas medidas, el total de petroleros sancionados por el Reino Unido asciende a 73, lo que, según las autoridades británicas, demuestra su «liderazgo en la lucha contra la flota fantasma».
La mayoría de los petroleros afectados son embarcaciones de bandera rusa, aunque también se incluyen barcos con bandera de Panamá y Gabón, así como dos compañías de seguros. Las sanciones impuestas por los gobiernos occidentales a Rusia se han intensificado en el contexto del conflicto en Ucrania, y entre las medidas adoptadas se encuentra un tope de precios y un embargo sobre el crudo ruso, diseñado para perjudicar la economía del país, mientras se intenta evitar un incremento de los precios en los mercados globales.
Sanciones y su impacto en el comercio energético
Las restricciones se introdujeron en diciembre de 2022 y fueron seguidas por otras similares en febrero de 2023 que afectan a las exportaciones de productos petroleros rusos. Estas medidas prohíben a las empresas occidentales proporcionar seguros y otros servicios para los envíos de crudo ruso, a menos que el cargamento se compre a un precio igual o inferior a 60 dólares por barril, un límite que actualmente se encuentra por debajo del precio de mercado.
En respuesta a estas restricciones, Moscú ha prohibido a las empresas rusas cumplir con el tope de precios y ha redirigido la mayoría de sus exportaciones energéticas hacia Asia, especialmente a India y China. Funcionarios occidentales han reconocido en varias ocasiones que Moscú ha logrado evadir con éxito el tope, señalando que «casi ninguno» de los envíos de crudo se ha vendido a precios que cumplan con el límite impuesto, lo que ha socavado los esfuerzos occidentales para frenar los ingresos energéticos de Rusia.
Durante la reciente reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G7 en Italia, el Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, instó a otros países a mantener la presión sobre Rusia y a aumentar el apoyo militar y financiero a Ucrania. Sin embargo, un informe reciente del Instituto de Energía y Finanzas (FIEF) señala que los ingresos energéticos de Rusia podrían alcanzar niveles récord este año, impulsados por altos precios de exportación del petróleo. Según el informe, los ingresos por exportaciones de petróleo aumentaron un 63% entre enero y julio de este año en comparación con el mismo periodo de 2022, totalizando 6,4 billones de rublos (62 mil millones de dólares).
