La corporación estadounidense de tecnología de comunicaciones digitales Cisco ha comunicado a sus proveedores la necesidad de imponer requisitos más estrictos en la Certificación de Origen (COO) de los productos. Según informa el medio chino Icsmart, Cisco ha establecido que los productos no deben contener chips fabricados en China. Este cambio en los estándares de COO implica un avance en la trazabilidad de los orígenes de los chips y fotomáscaras, pasando de la ubicación de empaquetado final a la identificación de los sitios de producción específicos.
Las preocupaciones de seguridad nacional en relación con el equipo de red de Cisco han llevado a esta exigencia de una trazabilidad estricta de los orígenes de los chips. Sin embargo, se observa que, para la mayoría de los productos electrónicos de consumo, a menos que Estados Unidos implemente restricciones específicas, las cadenas de suministro no se verán significativamente afectadas en su capacidad de incluir componentes fabricados en China.
Movimientos en la industria tecnológica
Además de esta medida de Cisco, se ha comenzado a especular sobre la posibilidad de que Dell planee trasladar el 50% de su capacidad de producción fuera de China para finales de 2025. Este tipo de movimientos en la industria tecnológica indican una tendencia hacia la deslocalización, impulsada por factores de política comercial y la búsqueda de alternativas que reduzcan la dependencia de productos chinos.
Este contexto resalta las tensiones geopolíticas actuales y las decisiones estratégicas que las empresas deben tomar en un escenario global donde la interdependencia económica convive con la creciente desconfianza entre naciones. En este marco, es crucial considerar las implicaciones de estas políticas en el desarrollo tecnológico y económico de los países involucrados, así como en la estabilidad de las relaciones internacionales.