El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha expresado recientemente la disposición del gobierno ruso a recibir de nuevo a los fabricantes de automóviles extranjeros que abandonaron el país debido a las sanciones económicas. Según Peskov, esta reintroducción no solo podría aumentar la competencia, sino también mejorar la calidad y reducir los precios para los consumidores rusos. Estas declaraciones surgen en un contexto donde Japón ha considerado la posibilidad de suavizar las restricciones sobre las ventas de automóviles a Rusia.
El contexto de las sanciones y sus efectos en el mercado automovilístico
Las sanciones impuestas por Japón y otros países del G7 tras la escalada del conflicto en Ucrania en 2022 llevaron a los fabricantes japoneses como Nissan, Toyota, Honda y Suzuki a suspender la exportación de vehículos a Rusia y a cerrar sus plantas en el país. Como resultado, la cuota de mercado de los automóviles japoneses en Rusia se desplomó de un 18% a un 6% en el transcurso de 2022, según datos de la agencia analítica Avtostat.
Peskov ha señalado que la decisión de Japón de reconsiderar estas restricciones sería «pragmática», destacando que muchos países que imponen sanciones suelen buscar sus propios intereses, permitiendo excepciones que les permiten maximizar beneficios. Este tipo de comportamiento, según el portavoz, revela una actitud cínica en la política internacional donde lo que prevalece es lo que resulta más rentable.
En julio de 2023, Japón prohibió la exportación de automóviles nuevos y usados, así como de vehículos híbridos y de combustión con motores de más de 1.9 litros, a Rusia. Sin embargo, informes recientes indican que las restricciones comerciales japonesas han sido «reinterpretadas», permitiendo que los compradores rusos accedan a vehículos «mild hybrids» en subastas. Esta situación ha llevado a algunos exportadores japoneses a buscar resquicios legales que faciliten la continuidad del comercio, a pesar de las sanciones vigentes.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, ha señalado que Japón ha perdido el mercado automovilístico ruso a largo plazo, sugiriendo que los intentos de aislar a Moscú han resultado en un daño colateral para Tokio. Peskov ha comentado además que la reaparición de fabricantes extranjeros en Rusia podría generar un entorno de competencia con las empresas nacionales y chinas, resultando en productos de mejor calidad y precios más bajos para los consumidores rusos.
Históricamente, las marcas japonesas han sido muy valoradas en Rusia, especialmente en el segmento de automóviles de segunda mano. Según las cifras de Avtostat, para el 1 de julio de 2023, un 33.3% de todos los vehículos en Rusia eran de marca japonesa, lo que subraya la profunda relación entre estos fabricantes y el mercado ruso.
