La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha enviado un equipo de expertos a la República Democrática del Congo (RDC) para investigar un brote de enfermedad no identificada que ha afectado a más de 400 personas, en su mayoría niños y personas desnutridas. Este alarmante desarrollo ha sido reportado por la agencia el pasado domingo.
La enfermedad, que se manifiesta con fiebre, dolor de cabeza, tos, secreción nasal y dolores corporales, ha proliferado en nueve de las 30 áreas de la zona de salud de Panzi, en la provincia de Kwango, al suroeste del país. Desde el 24 de octubre hasta el 5 de diciembre, se han registrado 406 casos, de los cuales 31 han resultado fatales. Según la OMS, el riesgo general para los residentes de la RDC en la zona afectada se considera “moderado” a “alto”, mientras que el nivel de riesgo internacional se mantiene en “bajo”.
Desafíos en el sistema de salud
La crisis se ve agravada por la escasez de trabajadores de la salud en la región, lo que ha retrasado el diagnóstico de la enfermedad. La OMS ha señalado que “el área es rural y remota, con un acceso aún más dificultado por la actual temporada de lluvias”. Todos los casos severos han involucrado a individuos con desnutrición severa, y la mayoría de las infecciones reportadas se han dado en niños, especialmente aquellos menores de cinco años.
Los números sobre las muertes han sido contradictorios. La semana pasada, el Ministerio de Salud de la RDC reportó a través de la red social X que 376 personas habían sido infectadas y 79 habían fallecido. Expertos en salud advierten que la malaria, común en la región, podría estar contribuyendo a la situación, dejando abierta la posibilidad de que más de una enfermedad esté involucrada.
El Ministro de Salud Provincial, Apollinaire Yumba, ha instado a los residentes a ejercer precaución, especialmente evitando el contacto con los fallecidos, como medida para frenar la propagación de la enfermedad. Cephorien Manzanza, líder de la sociedad civil, ha descrito las circunstancias como críticas, citando la grave escasez de medicamentos en la zona de Panzi, donde las infecciones continúan en aumento.
Nicaise Ndembi, asesor senior de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de África (Africa CDC), ha declarado que la organización está trabajando en estrecha colaboración con las autoridades locales para comprender la naturaleza del brote. “Estamos investigando esta alerta con el gobierno de la RDC”, afirmó Ndembi.
Este brote de enfermedad se produce en medio de otros desafíos de salud pública en la RDC, incluyendo un grave brote del virus Mpox, anteriormente conocido como viruela símica. La OMS ha reportado más de 47,000 casos sospechosos de Mpox y más de 1,000 muertes sospechosas en el estado africano.
