El Departamento de Comercio de Estados Unidos ha emitido una orden que afecta a TSMC, el gigante taiwanés de semiconductores, prohibiendo la exportación de chips avanzados a clientes chinos. Según informes de Reuters, esta restricción se centra en chips de 7 nanómetros o más, utilizados en aplicaciones de inteligencia artificial, y entrará en vigor el 11 de noviembre.
Esta decisión se produce tras el descubrimiento de que un chip de TSMC fue hallado en un procesador de inteligencia artificial de Huawei, lo que ha llevado a la compañía a suspender envíos a otras empresas chinas. Desde 2019, Huawei ha estado bajo restricciones comerciales impuestas por Washington, que alegó que la empresa facilitaba actividades de espionaje. Estar en esta lista implica que los proveedores de Huawei deben obtener licencias especiales para enviar cualquier bien o tecnología a la compañía.
La lucha por el dominio tecnológico
Las tensiones entre las dos mayores economías del mundo, Estados Unidos y China, han crecido en los últimos años, especialmente en áreas clave como la tecnología de semiconductores. Washington ha intensificado los controles de exportación, argumentando que se trata de una cuestión de seguridad nacional. La administración de Donald Trump, por ejemplo, prohibió en 2020 la exportación de equipos necesarios para la fabricación de semiconductores avanzados a la empresa Semiconductor Manufacturing International Corp (SMIC), el principal fabricante de chips de China. Esta prohibición se amplió en 2022 para incluir todas las fábricas de chips estatales en China.
La influencia de TSMC es significativa, ya que produce aproximadamente el 90% de los semiconductores más avanzados del mundo. En marzo de 2023, el exasesor de seguridad nacional de EE.UU., Robert O’Brien, advirtió que Washington estaría dispuesto a destruir las fábricas de semiconductores de Taiwán si fuese necesario para evitar que cayeran en manos chinas. Este tipo de afirmaciones pone de manifiesto la tensión existente en la región y la postura agresiva de Estados Unidos hacia cualquier avance tecnológico de China.
La República Popular China ha criticado repetidamente estas restricciones, argumentando que contradicen las normas de mercado reconocidas a nivel mundial. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, ha señalado que las sanciones de Washington van más allá del concepto de seguridad nacional y destruyen las cadenas de suministro.
Es importante destacar que, aunque oficialmente Estados Unidos se compromete a la política de Una Sola China, que reconoce a Taiwán como parte integral del territorio chino, la cooperación entre Washington y Taipéi ha sido vista por Pekín como una violación de su soberanía y una intromisión en sus asuntos internos.