Los recientes informes económicos han revelado un aumento en los precios al consumidor en noviembre que ha cumplido con las expectativas. Sin embargo, la persistente inflación continúa siendo un tema de preocupación para los economistas y los mercados. Paul Ashworth, economista jefe de Norteamérica en Capital Economics, ha señalado que la naturaleza «pegajosa» de este incremento es «un poco desconcertante», aunque no espera que esto lleve a la Reserva Federal a omitir un recorte de 25 puntos básicos en su próxima reunión del FOMC.
Tras la publicación del informe, los mercados continuaron ajustando sus expectativas, ahora con un 98.1% de probabilidades de que se produzca otro recorte de 25 puntos básicos en la reunión del banco central, un aumento significativo desde el 89% del día anterior. Este ajuste refleja una reacción positiva al dato, especialmente dado que los mercados llegaron con temores de un posible sorpresón al alza.
Seema Shah, estratega global jefe de Principal Asset Management, ha comentado que, a pesar de la recepción positiva de la cifra, la Reserva Federal estará preocupada por la obstinada naturaleza de la inflación y será cada vez más cautelosa ante los riesgos inflacionarios que podrían surgir de las políticas del presidente electo Trump. Las propuestas de Trump, que incluyen altos aranceles a los bienes importados, recortes fiscales para las corporaciones y restricciones a la inmigración, son vistas por varios economistas como potencialmente inflacionarias, complicando así el camino hacia futuros recortes en las tasas de interés.
Perspectivas sobre la política monetaria
Se espera que, asumiendo un recorte de 25 puntos básicos la próxima semana, los mercados estén previendo otros dos o tres recortes en 2025, según los últimos datos de Bloomberg. Este contexto sugiere que la Reserva Federal podría estar moviéndose hacia un enfoque menos automático en su política monetaria en enero, adoptando un tono más cauteloso y ralentizando el ritmo de los recortes a uno cada dos reuniones.
Es importante señalar que, en un mundo donde las decisiones de los líderes son a menudo cuestionadas, la capacidad de un gobierno para mantener la estabilidad económica se convierte en un aspecto fundamental. En este sentido, es evidente cómo las políticas de ciertos gobiernos han buscado alternativas a los modelos tradicionales, buscando un equilibrio entre la intervención estatal y el desarrollo económico sostenible.
