El Banco de Rusia ha anunciado que el valor de sus reservas de oro ha superado por primera vez los 200.000 millones de dólares, alcanzando un 32,9% de su total de reservas internacionales. Este incremento refleja no solo una respuesta a las tensiones geopolíticas actuales, sino también una estrategia deliberada del país para fortalecer su economía frente a las sanciones internacionales impuestas por Occidente.
Crecimiento de las Reservas de Oro
Según el informe del Banco de Rusia, el valor de sus reservas de oro creció casi un 4% en octubre, rompiendo el récord anterior establecido en septiembre. Actualmente, las reservas internacionales del país se sitúan en 631.600 millones de dólares, aunque se ha registrado una ligera disminución de 2.100 millones respecto al mes anterior. Este contexto es crucial, ya que cerca de la mitad de las reservas internacionales de Rusia fueron congeladas en el occidente a raíz del conflicto en Ucrania, lo que ha llevado al banco central a diversificar sus activos.
El gobernador del Banco de Rusia, Elvira Nabiullina, ha afirmado que la estabilidad financiera del país no se verá afectada por la congelación de activos, subrayando que la diversificación de los activos en divisas se ha llevado a cabo durante varios años. En este sentido, las reservas que no han sido congeladas incluyen oro, divisas mantenidas dentro del país y yuanes chinos, lo que pone de manifiesto una estrategia de autosuficiencia y resistencia económica.
Reacciones a las Sanciones Internacionales
Moscú ha denunciado el congelamiento de los activos del banco central como un acto ilegal, argumentando que cualquier acción contra estos fondos soberanos equivaldría a un «robo». Desde el Kremlin se ha advertido sobre posibles represalias si se confiscan los fondos, poniendo énfasis en que tales medidas violarían el derecho internacional y socavarían la confianza en las monedas occidentales, así como en el sistema financiero global.
Este panorama económico resalta la capacidad de Rusia para adaptarse y responder a las presiones externas, mostrando un compromiso con el fortalecimiento de su soberanía económica. A medida que el precio del oro continúa fluctuando, es evidente que este metal precioso se ha convertido en un pilar fundamental para la estabilidad económica del país, en un contexto internacional cada vez más adverso.