La compañía Mattel, conocida por su extensa gama de juguetes, ha emitido una disculpa tras un error en el empaque de su nueva colección de muñecas basadas en el musical Wicked. En lugar de dirigir a los consumidores al sitio oficial de la película, el enlace impreso en las cajas condujo accidentalmente a un sitio web pornográfico, lo que ha generado un notable revuelo en las redes sociales y ha puesto de relieve la importancia de la supervisión en la producción y distribución de productos destinados a un público infantil.
Según un comunicado de Mattel, la empresa se dio cuenta del error y tomó la decisión de actuar de inmediato. “Nos hemos dado cuenta de un error de impresión en el empaque de la colección de muñecas Wicked, principalmente vendidas en EE.UU., que pretendía dirigir a los consumidores a la página oficial WickedMovie.com”, manifestaron. Además, la compañía recomendó a los padres que desechasen el empaque o que “ocultaran el enlace” para evitar que los niños accedieran a contenido inapropiado.
Repercusiones en el mercado y la cultura digital
El incidente ha llamado la atención no solo por el error en sí, sino también por las consecuencias que ha tenido. Algunos medios han informado que, tras la difusión del error, el tráfico hacia el sitio Wicked Pictures, que alberga contenido para adultos, ha aumentado significativamente. Esta situación pone de manifiesto el delicado equilibrio que las marcas deben mantener entre el marketing y la responsabilidad social, especialmente cuando su público objetivo son los niños.
Mattel no especificó si había retirado los productos afectados de las estanterías, pero informes indican que algunas de las muñecas Wicked ya no estaban disponibles en plataformas de venta como Amazon y Target. Este tipo de incidentes recuerda la importancia de un control de calidad riguroso y la necesidad de una comunicación clara con los consumidores, especialmente en un contexto donde la información se difunde a una velocidad vertiginosa a través de las redes sociales.
Wicked Pictures, por su parte, se ha caracterizado por producir películas pornográficas que parodian obras populares de la cultura contemporánea. Este tipo de producción, que busca un enfoque humorístico y a menudo satírico, puede ser objeto de controversia, pero también refleja una tendencia creciente en la industria del entretenimiento para adultos, que se esfuerza por diversificarse y atraer a un público más amplio.