La startup de inteligencia artificial Moonshot AI, fundada en 2023 en Pekín, ha generado un gran revuelo en el sector tecnológico mundial gracias a sus innovaciones en modelos de lenguaje y su impresionante valoración de 3.000 millones de dólares. Sin embargo, su ascenso meteórico está empañado por disputas legales que han comenzado a salir a la luz.
Éxito viral y controversias legales
Desde su fundación, Moonshot AI ha captado la atención con su producto Kimi Chat, que se presenta como el primer asistente de IA capaz de procesar 200.000 caracteres chinos en una sola entrada. Este avance ha llevado a que la aplicación se posicione como la tercera más utilizada en China, con un aumento del 101,9% en usuarios activos diarios en comparación con el año anterior. La popularidad de Kimi Chat ha sido tal que ha impulsado el interés en acciones relacionadas en redes sociales chinas como Weibo.
El fundador de Moonshot AI, Yang Zhilin, ha tenido un recorrido notable en el mundo de la tecnología. Graduado en ciencias de la computación por la Universidad de Tsinghua, Yang ha trabajado en proyectos para gigantes como Google, antes de embarcarse en su primera startup, Recurrent AI. Con la creciente popularidad de modelos de IA como ChatGPT, Yang decidió fundar Moonshot AI, buscando liderar en el competitivo campo de la inteligencia artificial general.
El crecimiento de Moonshot AI ha sido respaldado por inversiones significativas, incluyendo una ronda de financiación de más de 1.000 millones de dólares liderada por Alibaba. Sin embargo, este rápido ascenso ha estado acompañado de tensiones entre inversores, algunos de los cuales han expresado preocupaciones sobre la ética y la gestión de la empresa.
El centro de la controversia
Las disputas legales se intensificaron en noviembre, cuando Yang y su cofundador, Zhang Yutao, fueron nombrados en un caso de arbitraje en Hong Kong, presentado por inversores de Recurrent AI. Este conflicto se origina en acusaciones de que los fundadores de Moonshot AI aseguraron financiación sin el consentimiento adecuado de los inversores anteriores.
Zhang Yutong, una inversora clave para Yang, ha estado en el centro de estas controversias. Su papel dual en ambas empresas ha suscitado preguntas sobre posibles conflictos de interés. A pesar de su reputación como una inversora astuta, las acusaciones de violar deberes fiduciarios han empañado su imagen y la de Moonshot AI. A medida que se desarrollan los acontecimientos, la falta de información clara sobre el estado de las negociaciones y el arbitraje deja a la startup en una situación incierta.
En un contexto más amplio, la historia de Moonshot AI subraya la dinámica de un sector tecnológico en rápida evolución, donde la innovación y las disputas legales a menudo van de la mano. A medida que se sigue desarrollando esta situación, queda claro que la transparencia y la ética serán factores cruciales para el futuro de la empresa y la confianza de sus inversores.