El Primer Ministro de Polonia, Donald Tusk, ha anunciado que su país tiene la intención de postularse para ser el anfitrión de los Juegos Olímpicos por primera vez, con miras a los eventos de 2040 y 2044. Esta declaración se produce tras una actuación decepcionante de Polonia en los Juegos Olímpicos de 2024 en París, donde el país logró obtener solo una medalla de oro, situándose en el 42.º lugar de la clasificación general, su peor desempeño desde 1956.
Tusk hizo esta afirmación durante un evento en un campo de deportes en Karczew, al sur de Varsovia, donde se encontraba observando a jóvenes futbolistas en entrenamiento. En su discurso, el Primer Ministro enfatizó la importancia de fomentar el deporte entre los más jóvenes, afirmando que su decisión está destinada a los niños y adolescentes de hoy, quienes serán los futuros representantes del país en competiciones internacionales.
Iniciativas para el Deporte Juvenil
El Primer Ministro no solo se limitó a expresar su deseo de acoger los Juegos Olímpicos, sino que también se comprometió a realizar inversiones significativas para renovar y expandir las instalaciones deportivas para la formación juvenil. «Probablemente no estaré corriendo por el campo cuando se celebren los Juegos Olímpicos en Polonia», comentó Tusk, quien a sus 67 años se considera un apasionado del fútbol. Sin embargo, se mostró decidido a trabajar en los próximos años para convertir este sueño en un proyecto tangible.
Junto a Tusk, el Ministro de Deportes, Sławomir Nitras, subrayó la capacidad organizativa del país, señalando que Polonia está preparada para llevar a cabo un evento de tal magnitud. «He visto los Juegos en París y puedo afirmar que, desde el punto de vista organizativo, somos capaces de organizar un evento así. Creo que el deporte polaco lo está esperando», declaró Nitras.
La ambición de Polonia de albergar los Juegos Olímpicos se enmarca en un contexto más amplio, donde varios países europeos, como Alemania, Hungría y el Reino Unido, también han mostrado interés en ser los anfitriones de ediciones futuras de los Juegos. Esta competencia por ser sede refleja no solo un deseo de prestigio internacional, sino también un impulso por revitalizar y promover el deporte entre las generaciones más jóvenes en un continente que busca reafirmar su posición en el ámbito deportivo global.