Nissan, el gigante automovilístico japonés, ha anunciado recortes significativos en su plantilla, con la intención de eliminar 9,000 puestos de trabajo a nivel global. Esta decisión forma parte de un conjunto de «medidas urgentes» destinadas a revertir el rendimiento de la compañía, que ha experimentado una notable caída en sus ventas, especialmente en mercados clave como China y Estados Unidos.
En un comunicado emitido el jueves, Nissan informó que ha revisado drásticamente a la baja su pronóstico de beneficios operativos anuales en un 70%, estableciéndolo en 150 mil millones de yenes (aproximadamente 976 millones de dólares). Además, la compañía reducirá su capacidad de producción en un 20% y venderá el 10% de sus acciones en Mitsubishi Motors, disminuyendo su participación del 34% actual.
Reestructuración necesaria ante la adversidad
El CEO de la compañía, Makoto Uchida, ha decidido renunciar voluntariamente al 50% de su salario mensual a partir de este mes, un gesto que también será replicado por otros miembros del comité ejecutivo. En sus declaraciones, Uchida ha subrayado que, a pesar de la severidad de la situación, estas medidas no implican que la empresa esté en proceso de reducir su tamaño. Al contrario, se busca crear un negocio más ágil y resistente, capaz de adaptarse rápidamente a los cambios en el mercado.
La caída de las ventas de Nissan ha sido alarmante, con un descenso global del 3.8% en la primera mitad del año fiscal, y una caída del 14.3% en el competitivo mercado chino, donde enfrenta una creciente competencia de fabricantes locales. En Estados Unidos, las ventas también han disminuido un 3%, lo que representa aproximadamente 449,000 vehículos. Estos dos mercados constituyen casi la mitad de las ventas globales de Nissan.
Con el objetivo de mejorar su situación, la compañía planea acelerar la introducción de vehículos de nueva energía en China y aumentar la oferta de híbridos enchufables y modelos e-POWER en Estados Unidos. Además, se prevé incrementar las ventas por modelo para optimizar la eficiencia operativa.
La historia reciente de Nissan ha estado marcada por la crisis de gestión tras la detención del expresidente Carlos Ghosn por supuestos delitos financieros. Desde que Uchida asumió el cargo en 2019, ha enfrentado el reto de revitalizar a un fabricante que, a pesar de sus dificultades, sigue siendo un actor clave en la industria automotriz mundial. Su objetivo es expandir la gama de vehículos eléctricos y aumentar la producción en un millón de unidades adicionales para 2027.