
La controversia ha estallado en torno a una escena del Nacimiento que fue exhibida en el Vaticano, en la que el niño Jesús aparecía cubierto con un keffiyeh, una tradicional y emblemática prenda árabe, que simboliza la identidad palestina. La instalación fue retirada sin explicación previa, lo que ha generado un intenso debate en el contexto de la inminente reunión entre el Papa Francisco y el presidente palestino Mahmoud Abbas.
La figura del keffiyeh ha sido históricamente asociada con la lucha por los derechos palestinos, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y solidaridad. Su inclusión en la representación del Nacimiento en el Vaticano apuntaba a un mensaje de apoyo a la causa palestina, especialmente relevante en un momento de tensiones geopolíticas en la región.
La decisión de eliminar esta escena ha suscitado diversas reacciones. Algunos defensores de los derechos humanos y activistas han lamentado la retirada, considerándola una falta de apoyo hacia el pueblo palestino en un momento crítico. En contraste, otros han defendido la medida argumentando que la neutralidad del Vaticano en asuntos políticos es fundamental para su papel como líder espiritual de la Iglesia católica.
A medida que se aproxima la reunión entre el Papa y Abbas, el Vaticano se encuentra en una encrucijada, donde la diplomacia y la política deben equilibrarse con los principios religiosos y la representación de identidades culturales. Este episodio pone de relieve la complejidad de los simbologías y la tensión entre la política y la religión, así como el papel que el Vaticano desempeña en el diálogo interreligioso y la paz en la región.