El nadador tarraconense Carles Coll ha hecho historia al proclamarse campeón del mundo en 200 metros braza durante los Mundiales en piscina corta que se celebran en Budapest. Con una actuación sobresaliente, Coll partió desde la calle dos y logró un tiempo de 2:01.55, superando al ruso Kirill Prigoda, que compite como neutral, quien finalizó en segundo lugar con 2:01.88, y al japonés Yamato Fukashawa, que cerró el podio con un registro de 2:02.01.
Este triunfo representa la primera medalla para España en estos Mundiales, además de ser de oro. Sin embargo, el bracista no tendrá mucho tiempo para celebrar su victoria, ya que pronto se estará preparando para disputar la final de 100 metros estilos a las 18:59 horas, donde buscará seguir sumando éxitos.
Un logro histórico y emotivo
La prueba de 200 metros braza ha sido testigo de grandes éxitos en la historia de la natación española. Uno de los hitos más recordados fue el bronce obtenido por Sergi López en los Juegos Olímpicos de Seúl ’88, quien además es el entrenador de Coll en la universidad de Virginia Tech. También destaca la plata de Jessica Vall en los Mundiales de Kazán en 2015 y el oro que logró en el Mundial de piscina corta en Copenhague en 2017.
Coll, que cumplió 23 años en octubre pasado, expresó su incredulidad tras la victoria: «Honestamente no me lo puedo creer, aunque venía con mucha confianza y estoy nadando muy rápido. Otras veces he tenido preparaciones complicadas para otros campeonatos, pero para estos Mundiales he decidido liberarme de la presión. Estaba muy motivado». Además, su marca de 2:01.55 no solo le otorga el oro, sino que también establece un nuevo récord nacional y es la octava mejor marca mundial de todos los tiempos.
Este triunfo permite que la natación española regrese a lo más alto del podio en unos Mundiales de piscina corta, donde no se escuchaba el himno nacional desde 2014, cuando Mireia Belmonte conquistó cuatro oros en Doha, Qatar. La victoria de Coll es un símbolo de la resurgencia de la natación española en el ámbito internacional y un motivo de orgullo para el deporte nacional.