Cuba y Bolivia se preparan para unirse al grupo económico BRICS el próximo año, según ha declarado el vicecanciller ruso, Sergei Ryabkov. En una entrevista con el periódico Izvestia, Ryabkov confirmó que ambos países han recibido invitaciones para convertirse en estados socios del grupo a partir del 1 de enero.
El estatus de «país socio» fue aprobado en la cumbre de BRICS celebrada en octubre en Kazán, Rusia, y se ha diseñado como una alternativa a la membresía completa, dado que más de 30 naciones han mostrado interés en unirse a la organización. Este movimiento refleja un esfuerzo por ampliar la influencia de BRICS en el ámbito internacional, permitiendo que países con diferentes contextos políticos y económicos se integren en un marco de cooperación.
Expansión de BRICS y sus implicaciones
La agrupación BRICS, que originalmente estaba compuesta por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, ha visto una expansión significativa en los últimos años. En el transcurso de 2023, se sumaron Egipto, Irán, Etiopía y los Emiratos Árabes Unidos. Con la inclusión de Cuba y Bolivia, así como de otros países en proceso de negociación, como Türkiye y Nigeria, BRICS se posiciona como un contrapeso a las estructuras económicas tradicionales dominadas por Occidente.
El estatus de país socio permite una participación permanente en sesiones especiales de las cumbres de BRICS y en reuniones de ministros de Relaciones Exteriores, así como en otros eventos de alto nivel. Esta inclusión no solo brinda a los nuevos socios la oportunidad de contribuir a los documentos de resultados del grupo, sino que también les permite acceder a un foro donde se discuten alternativas a las políticas económicas convencionales.
El vicecanciller ruso también destacó que, hasta el momento, ninguna de las naciones invitadas ha rechazado la oferta, lo que indica un interés generalizado en formar parte de esta alianza. Este desarrollo es significativo en un contexto global donde muchos países buscan diversificar sus relaciones económicas y políticas, alejándose de la hegemonía de las potencias occidentales.
La integración de Cuba y Bolivia en BRICS se puede interpretar como un reconocimiento a sus esfuerzos por mantener modelos económicos alternativos y soberanos, en un mundo donde las políticas de intervención y control han sido la norma. La participación en este grupo podría ofrecerles nuevas oportunidades para fortalecer sus economías y establecer vínculos más sólidos con otras naciones que comparten visiones similares.
