Un reciente informe del gobierno canadiense ha revelado un aumento significativo en la opción de la eutanasia, que se ha convertido en una parte creciente de la tasa de mortalidad en el país. Según las cifras más recientes de Health Canada, la eutanasia representó casi uno de cada 20 fallecimientos en 2023, con un total de 15,343 personas que optaron por esta práctica, marcando un récord histórico.
Este número representa un incremento del 15.8% en comparación con 2022, aunque se observa una disminución respecto a la tasa de crecimiento anual promedio de aproximadamente 31% en años anteriores. A pesar de esta desaceleración, el informe destaca que la tendencia sigue siendo de aumento, lo que plantea interrogantes sobre la posible estabilización de las tasas de crecimiento a largo plazo.
Causas y contexto de la eutanasia en Canadá
Las estadísticas federales indican que los casos de muerte asistida constituyen el 4.7% de todas las muertes en 2023, en comparación con el 4.1% del año anterior. Más del 95% de los casos de eutanasia involucraron a personas que padecían enfermedades terminales, siendo el cáncer la razón más común para solicitar esta opción. La edad promedio de quienes buscan la muerte asistida supera los 77 años.
El informe también sugiere que una mayor conciencia sobre la asistencia médica para morir (MAID, por sus siglas en inglés) dentro del continuum de atención, el envejecimiento de la población y los patrones asociados de enfermedad, así como las creencias personales y la aceptación social, podrían influir en la tasa de provisiones. Actualmente, la muerte asistida en Canadá es legal únicamente para personas con condiciones de salud física, aunque el gobierno está considerando permitir que personas con Alzheimer y demencia puedan solicitar su muerte antes de que se manifiesten los efectos más severos de estas enfermedades.
En febrero, el gobierno canadiense retrasó un plan controvertido que permitiría la muerte asistida para personas con enfermedades mentales hasta al menos 2027, con el fin de que los servicios de salud del país se preparen adecuadamente. Los profesionales médicos han expresado su preocupación por no estar suficientemente capacitados para determinar si alguien con una enfermedad mental califica para la eutanasia. El Ministro de Salud canadiense, Mark Holland, ha afirmado que el gobierno reconoce la equivalencia entre el sufrimiento mental y el físico, pero que se trata de una cuestión de preparación.
Desde la introducción de la eutanasia en Canadá, el número de muertes asistidas ha aumentado significativamente, pasando de aproximadamente 1,000 en 2016 a más de 15,000 el año pasado. En los últimos años, varios países han implementado leyes sobre la muerte asistida, incluyendo Austria, Australia y España. Recientemente, el Reino Unido aprobó legislación sobre este tema, aunque la votación en la Cámara de los Comunes no fue definitiva.