El partido Podemos ha amenazado con bloquear la subida del impuesto al diésel que el Ministerio de Hacienda planea implementar antes de finalizar el año, a menos que se apruebe un impuesto a las compañías energéticas. Esta condición se convierte en un punto crítico, dado que Podemos cuenta con cuatro votos en el Congreso, los cuales son esenciales para alcanzar la mayoría en la investidura del Gobierno.
Las fuentes de Podemos han dejado claro que no respaldarán la medida de aumentar el impuesto al diésel, argumentando que este gravamen impacta negativamente a los trabajadores del país. La postura del partido es que no se puede desvincular la subida del impuesto al diésel del impuesto a las grandes empresas energéticas, que el PSOE se comprometió a aprobar con la colaboración de Podemos.
La situación del impuesto a las energéticas
Actualmente, el impuesto a las energéticas se encuentra en un estado de parálisis. La reunión convocada por Hacienda para discutir este tema con los socios de investidura resultó en la constatación de que no hay un acuerdo viable. El Gobierno ha manifestado su intención de prorrogar este impuesto mediante decreto para cumplir con los acuerdos establecidos con ERC, Bildu y Podemos.
En este contexto, tanto PNV como Junts se han mostrado reticentes a la continuidad de este impuesto, que fue implementado de forma extraordinaria en 2022 como respuesta a la crisis inflacionista provocada por la guerra de Ucrania. Desde el PNV se ha declarado que no dudarán en rechazar cualquier decreto que contemple esta figura impositiva.
La propuesta de aumentar el impuesto al diésel ya había sido incluida anteriormente en una enmienda dentro de la reforma fiscal del Gobierno, que contemplaba un incremento de 11 céntimos por litro. Sin embargo, dicha enmienda fue rechazada en el trámite parlamentario, con el voto en contra de Podemos, que se alineó con las posiciones del PP y Vox en esa ocasión.
Desde Podemos han argumentado que es «inaceptable» que el Gobierno considere una subida del impuesto especial de hidrocarburos sin avanzar en la aprobación de un impuesto permanente a las empresas energéticas. Según su opinión, el impuesto al diésel es una carga que recae principalmente sobre las clases trabajadoras, lo que consideran «enormemente injusto». La formación política subraya que no apoyarán ninguna medida que implique incrementar el coste de vida de los ciudadanos sin que la responsabilidad por la emergencia climática recaiga también sobre las grandes corporaciones responsables de la contaminación.